Urkullu quiere resolver el
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El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha reiterado su predisposición a ampliar el apoyo a las cuentas del próximo ejercicio y ha anunciado que llamará los grupos que han «mostrado interés en dialogar» para poder cerrar un «primer acuerdo el próximo 9 de noviembre», aunque ha advertido ya de que no habrá cambios estructurales en el presupuesto.

Azpiazu ha abierto este miércoles las comparecencias parlamentarias para dar a conocer los detalles del proyecto de Ley de Presupuestos Generales de Euskadi para 2023 que estarán dotados con 14.250,7 millones de euros, 1.142 millones más que este año, un 8,7 % más.

El consejero ha recordado que el Gobierno autonómico de coalición PNV-PSE-EE tiene mayoría en el Parlamento para sacar adelante sus cuentas pero ha reiterado su invitación al acuerdo para que los presupuestos salgan con mayores consensos.

«Conocen nuestra predisposición al acuerdo y han podido vivir los procesos de negociación del presupuesto con nosotros, que saben parten de la honestidad», ha dicho Azpiazu a los representantes de los distintos grupos parlamentarios de la oposición a quienes ha recordado que el propio lehendakari ha mostrado su interés por lograr nuevos consensos que refuercen las políticas públicas que vertebran el presupuesto presentado.

Azpiazu ha confiado en la «voluntad» de los partidos de la oposición para «poder trabajar en serio» acuerdos y ha comentado que hay tiempo para hacerlo de «forma serena y sin estridencias».

«Hagamos todos un ejercicio de realismo político-económico, capaz de generar mejoras en las cuentas presentadas para que tengan viabilidad política amplia», ha emplazado.

Azpiazu ha añadido que este trimestre es «clave» en muchos aspectos económicos financieros, que son «vitales para garantizar la estabilidad y la certidumbre económica en Euskadi».

Ha dicho que este mes espera contar con un acuerdo de la Comisión Mixta del Concierto Económico para renovar la metodología de señalamiento del Cupo. «Esto es un elemento de enorme trascendencia para poder trabajar sobre escenarios financieros ciertos y sólidos», ha recalcado.

Durante su intervención ha vuelto a analizar el contexto económico de «turbulencias planetarias» actuales pero ha afirmado que la semana pasada se han conocido datos que hacen atisbar algo de «positivismo» como el crecimiento de la economía española y la moderación de la inflación, que ha bajado hasta el 7,3 %.

Ha reconocido que lo difícil será bajarla del 7 % al objetivo del 2 %. «Vamos a ver si este» indicador continúa a la baja, ha indicado.

Azpiazu también ha desgranado las partidas generales de cada departamento ya conocidas y se ha centrado en el suyo con un presupuesto de 138 millones, 9,5 millones más que en 2022 (+ 7,4 %).

Se ha referido a la aportación de 60 millones de euros al Instituto Vasco de Finanzas, 40 de los cuales son para continuar con la dotación del fondo Finkatuz con el objetivo de llegar a los 300 millones en esta legislatura.

Ha valorado la entrada del Ejecutivo a través de este instrumento en el accionariado de ITP con una participación del 6 % para «garantizar» su arraigo en Euskadi.

Ha dicho que estudian la posibilidad de entrar en otras empresas y sectores, sin revelar nada en concreto, porque se trata operaciones que hay que abordar con «total discreción».

Desde EH Bildu, el principal partido de la oposición con el que el Gobierno Vasco firmó un acuerdo presupuestario para este año, la parlamentaria Leire Pinedo ha sido crítica con el presupuesto, que ha calificado de «conservador» y «continuista», cuando el momento exige un «cambio de paradigma» y modificaciones «estructurales» para afrontar los nuevos retos en ves de limitarse a «capear el temporal».

«Se está jugando a pequeña», a «mantener» las políticas sociales, cuando la apuesta debería ser «mejorar», ha afirmado Pinedo.

«No estamos jugando a pequeña, sino a mayor», le ha respondido Azpiazu, quien ha reconocido que darle un cambio estructural a este presupuesto «va a ser difícil».

«No quiero cerrar ninguna puerta, ni decirles que no. Si vienen con un cambio estructural tendrán que explicarlo muy bien para ver cómo lo hacemos», ha dicho. «Vamos a buscar el punto de encuentro pero sin reformas ni cambios estructurales que no quepan», ha finalizado.

David Soto de Elkarrekin Podemos-IU ha reconocido no van a pedir un cambio estructural porque es algo que el Gobierno no va a hacer; ha mostrado su disposición a negociar y aproximar posiciones para mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía y ha afirmado que su partido siempre es «muy realista» en los procesos negociadores, algo que ha agradecido Azpiazu.

El parlamentario del PP+Cs Luis Gordillo ha trasladado su mano tendida al diálogo porque existe «margen de mejora» en las cuentas pero también ha advertido de que sobre la mesa hay varios modelos y habrá que ver hacía cuál gira el Gobierno Vasco y si es capaz de afrontar las medidas que su grupo cree que son las necesarias para hacer a la compleja situación actual.

Desde el PNV y el PSE-EE Itxaso Berrojalbiz y Susana Corcuera, respectivamente, han valorado las cuentas presentadas, han reclamado a la oposición «realismo» en la negociación y han dicho que pondrán empeño en sumar apoyos sin «apriorismos». EFE



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