Anuncian un Plan Especial de Rehabilitación Integrada del Casco Medieval recogido en el Plan de Legislatura del Gobierno Urtaran
La presidenta de Ensanche 21, Ana Oregi, considera necesario “intensificar la intervención pública en este ámbito con el fin de revertir su deterioro y asimilar sus condiciones socioeconómicas, urbanísticas, edificatorias, ambientales y de gestión a las del resto de la ciudad. Diseñaremos unas líneas estratégicas que permitan dar cumplimiento a las actuales exigencias normativas en materia de patrimonio, urbanismo, de construcción, sostenibilidad y eficiencia energética, así como de equidad y perspectiva de género”
El consejo de Ensanche 21 ha dado luz verde a sacar a contratación el servicio de asistencia técnica para la definición de la “arquitectura de agentes intervinientes, compilación de información y propuestas para la gestión avanzada del “ecosistema Casco Histórico” de Vitoria-Gasteiz”.
El estudio que sale a licitación con un presupuesto de 54.450 euros (IVA incluido), analizará a fondo las necesidades sociales, económicas, urbanísticas y ambientales del Casco Histórico y quiénes son los principales agentes de esta zona de la ciudad. El plazo máximo previsto para la realización y entrega de la totalidad del trabajo será de 12 semanas.
La presidenta de Ensanche 21, Ana Oregi, ha valorado de forma positiva el apoyo a esta propuesta, que supone el primer paso del nuevo Plan Especial de Rehabilitación Integrada del Casco Medieval, recogido en su plan de legislatura para reactivar esta zona de la ciudad con la mejora de las edificaciones y la mejora de aspectos de carácter social y ambiental y la revisión de la normativa urbanística para facilitar el desarrollo de nuevas actividades productivas, sociales y culturales que proporcionen mayor vitalidad y atractivo a la almendra medieval.
“Es necesario intensificar la intervención pública en este ámbito con el fin de revertir su deterioro y asimilar sus condiciones socioeconómicas, urbanísticas, edificatorias, ambientales y de gestión a las del resto de la ciudad. Diseñaremos unas líneas estratégicas que permitan dar cumplimiento a las actuales exigencias normativas en materia de patrimonio, urbanismo, de construcción, sostenibilidad y eficiencia energética, así como de equidad y perspectiva de género”., ha destacado.
El estudio partirá de la consideración del Casco Histórico como un ecosistema urbano, formado por un conjunto de organismos intervinientes (ciudadanos, diferentes instituciones, departamentos y sociedades, fundaciones, asociaciones, grupos de interés, movimientos alternativos…) y el medio físico donde se relacionan (conjuntos de viviendas y locales, equipamientos, monumentos y palacios, zonas verdes… englobados todos ellos en el espacio público).
Un primer paso para ese análisis del entramado ecosistémico será configurar la arquitectura de agentes intervinientes mediante la enumeración, descripción, ordenación y compilación de la información obrante sobre cada uno de ellos con relación a su actividad en el Casco Histórico.
Incorporando los criterios de gestión avanzada, una vez compilada la información existente, se identificarán los puntos fuertes y áreas de mejora en los ámbitos que impactan en la habitabilidad, competitividad, resiliencia y sostenibilidad del Casco Histórico, proponiendo y posibilitando estrategias de actuación. Además, el estudio recogerá un planteamiento económico-financiero aproximado para la materialización de la propuesta de actuaciones de mejora y diseñar un programa de actuación.
“Nuestro interés es dotar al Ayuntamiento de herramientas de gestión avanzada que den una respuesta integral a las demandas actuales y futuras, precisando una acción especial para impedir su degradación mediante una regeneración y puesta en valor tanto del conjunto monumental edificado, como del espacio urbano y el tejido social que lo conforman”, explica Ana Oregi.
Este estudio conformará la documentación de partida para iniciar un proceso de participación y concertación con los diferentes agentes y el conjunto de la ciudadanía del Casco Histórico, como paso previo a la revisión del Plan Especial de Rehabilitación Integrada, cuyo inicio está previsto a lo largo de 2020.
Más de 800 años de historia
El Casco histórico ocupa una superficie de 26 hectáreas y atesora el mayor valor cultural y patrimonial tanto material como inmaterial. El hábitat humano supone únicamente un 3% de la población de Vitoria-Gasteiz, es decir 7.034 personas, número que ha ido mermando a lo largo de los años. Ahora bien, es de reconocer el fuerte sentimiento de pertenencia de muchos de sus habitantes, que expresan su orgullo de formar parte de un ámbito urbano con unas connotaciones tan especiales.
El patrimonio edificado consta de 827 edificios, de los cuales la mayor proporción (740) son residenciales, conteniendo 4.390 viviendas. Los 87 edificios restantes son de otros usos, entre ellos, equipamientos de carácter cultural y religioso, muchos de ellos con la calificación de monumento.
Este conjunto urbano, con más de 800 años, y a pesar de su vulnerabilidad, “ha demostrado la fortaleza suficiente para llegar “vivo” hasta nuestros días; es necesario, por tanto, plantear una nueva regeneración y revitalización con un enfoque integral que permita garantizar su conservación y viabilidad para las generaciones venideras”, destaca Ana Oregi.