El Ararteko ha pedido al Gobierno Vasco que cree módulos para presos de primer grado, donde se interna a los peligrosos, porque las tres cárceles vascas carecen de módulos de régimen cerrado para estos internos y se les traslada a prisiones de fuera de Euskadi, lo que «perjudica su reinserción».
PELEA EN BIZKAIA
La institución del Ararteko, cargo que ocupa Manuel Lezartua, ha dictado una resolución sobre la queja de un preso que, tras participar en una pelea en la cárcel vizcaína de Basauri, fue regresado al primer grado penitenciario, el más duro, y trasladado primero a la de Zaballa (Álava), y después a la de Dueñas (Palencia).
Este interno fue «protagonista» de una pelea multitudinaria en la prisión de Basauri en julio del año pasado, en la que para apaciguarla tuvieron que intervenir todos los funcionarios de servicio.
A ALAVA
Se le aisló, la Junta de Tratamiento de Basauri propuso por unanimidad su regresión a primer grado y se le trasladó a Zaballa.
Al llegar a la cárcel alavesa se resistió a ser cacheado, forcejeó con los funcionarios y se le esposó.
El preso mandó varios escritos al juzgado de vigilancia penitenciaria para denunciar los «abusos y agresiones» sufridos en Zaballa, aunque luego se retractó y pidió que no se trasladasen sus quejas al Juzgado.
SALE DE ALAVA
Finalmente, el 30 de agosto presentó la queja ante el Ararteko y el 1 de septiembre fue trasladado a la prisión palentina de La Moraleja-Dueñas, tras ser aprobado el pase a primer grado que se había propuesto desde Basauri.
El Ararteko no ha apreciado irregularidades en el uso de los medios coercitivos (las esposas) por el personal de Zaballa, y tampoco cuestiona la regresión al primer grado del interno.
Pero apunta que las tres cárceles vascas no cuentan con módulos de régimen cerrado, donde los internos de primer grado cumplen condena.
Dentro del traspaso a Euskadi de la competencia sobre las prisiones, firmada en el 2021, se contempla la colaboración con el Estado para el traslado de estos internos a cárceles de fuera de la comunidad.
Según el Ararteko, para la Administración penitenciaria vasca esta colaboración es «esencial, en tanto permite el acceso a una red de establecimientos penitenciarios más amplia que posibilita cubrir las necesidades que la población penitenciaria presenta en Euskadi, ya que, en vista de los medios con los que cuenta en la actualidad la Administración autonómica, de otra forma no sería posible».
Pero la institución recuerda que la Ley Orgánica General Penitenciaria «establece que se procurará que en cada área territorial se cuente con el número suficiente de establecimientos penitenciarios para cubrir las necesidades penitenciarias y evitar el desarraigo social de los penados».
Por ello, «se debería tratar de evitar proceder sistemáticamente al traslado fuera de Euskadi de aquellas personas que, por presentar factores del artículo 102.5 RP (la clasificación en primer grado), no puedan cumplir condena en centros de Euskadi».
El Ararteko ha admitido que el régimen cerrado «presenta obstáculos para su implementación» en Euskadi, como la dificultad para constituir un equipo técnico especializado en un departamento de primer grado, sobre todo, añade, porque «existe una insuficiencia de personal profesional y cualificado en la Administración Penitenciaria Vasca y una sobrecarga de trabajo de los efectivos existentes».
No obstante, «esto no debería ser óbice para evitar los efectos negativos y limitantes que la situación actual produce en los procesos individuales de las personas en prisión», por lo que recomienda al Gobierno vasco que valore la necesidad de crear en las cárceles de la Comunidad un régimen de primer grado orientado a la reinserción, «como corresponde a una administración penitenciaria integral».
El argumento que da es que cumplir condena fuera de Euskadi «puede favorecer el desarraigo y perjudicar la reinserción social de la persona, al alejarla del medio al que retornará en libertad».
Así, el Ararteko ha concluido que los traslados fuera de Euskadi deben ser «excepcionales» y responder a la inadaptación o necesidades individualizadas de la persona, «y no tanto a la inexistencia de recursos en términos de clasificación de la Administración penitenciaria vasca». EFE
Éste Ararteko quiere que invirtamos como sociedad más dinero público en delincuentes, como si no invirtiéramos ya sobradamente.
Utiliza como pretexto la teórica reinserción, esa que no le preocupa cuando le llegan quejas protagonizadas por delincuentes que ejercen en nuestras calles con más de veinte reincidencias previas acumuladas.
Creo que va llegando la hora de revisar si estamos gastando nuestro dinero público en sueldos de cargos institucionales que no velan adecuadamente por mejorar la seguridad y convivencia de la ciudadanía que paga su sueldo
Totalmente de acuerdo, Kaskarria.
Kaskarria…….entiendo lo que dices pero en algunos casos los problemas de delincuencia, digo en algunos casos, derivan de patologías mentales que no se atienden adecuadamente…y esto ya viene de una malísima y escasa atención psiquiátrica y psicológica, la psicológica es prácticamente inexistente, de los centros de salud. Se calcula que un 40 % de los ingresos en cárceles son patologías mentales, trastornos de personalidad, esquizofrenias etc y esto es como un dominó, si no se da una atención adecuada a las patologías mentales ….esto deriva en suicidios con unos datos escandalosos, en violencia y delincuencia. La atención de las patologías mentales en las cárceles es peor todavía que la que recibe el ciudadano de calle……pero parece ser que ahora el problema lo solucionamos enviando a los problemáticos a cárceles del Estado. Cuando uno decide hacerse cargos de las competencias carcelarias no solo es para hacerse cargos de los presos de ETA como consecuencia del fin de la dispersión……se tiene que hacer cargo de todo lo que supone esa competencia y mejorarla, no para que el que nos genera muchos problemas nos lo quitamos de encima. Conozco el caso de un preso de Zaballa con una patología mental que lo han enviado a Asturias…y la condena al preso se convierte en una condena de cuatro horas de autobús para su familia para poder visitarlo…..osea ¿sólo con los presos de ETA nos preocupamos por las familias?….injustificable!!!
Muy bien escrito «Kaskarria». Lo lamentable es que el descontento y las críticas, evidentes y sobradamente razonadas, de los que pagamos sus sueldos, no sirven absolutamente para nada.
Esta gente que nos mal gobierna, chuleándonos con un descaro y una desvergüenza increíble, está hundiendo al país hasta un punto que nadie hace treinta o cuarenta años pudo imaginarlo.
El problema es encontrar la manera no violenta de echarlos a todos ellos a la calle de una puñetera vez y para siempre.