«Pequeño incidente». Así califica el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, la agresión verbal que ha originado el cisco de las últimas horas en la capital alavesa entre colectivos feministas y blusas.

Hay que recordar que ha habido una denuncia por agresión sexista, un altercado donde decenas de mujeres intentaron cortar el paseíllo de los blusas con empujones y una protesta de las cuadrillas que se negaron a bailar y cantar ayer. ¿Pequeño?

Según informa EFE, portavoces de colectivos feministas y LGTB de Vitoria han recordado hoy que había un protocolo asumido por las cuadrillas en contra de las agresiones sexistas que conllevaba la expulsión de su cuadrilla de los seis implicados.

Alitxu Martínez del Campo, portavoz de este colectivo ha dicho que no quieren «agresores que agachen la cabeza» cuando la mujer agredida se enfrenta a ellos, sino que lo que quieren es que no haya agresores.

Ha acusado al presidente de las Cuadrillas de blusas y neskas, Luis Izaga, de haber insultado y amenazado a la miembro del colectivo feminista que se puso en contacto con él para tratar esta agresión y ha exigido que el Ayuntamiento retire el apoyo económico a las cuadrillas que acogen «agresores» y que no aceptan mujeres.

Posteriormente, el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, ha exigido hoy «tolerancia cero» con las agresiones machistas, pero ha pedido que no se generalice y ni se criminalice a todo el colectivo cuando, como en estas fiestas de la ciudad, un grupo de blusas agredieron verbalmente a una mujer.

El alcalde se ha referido al «pequeño incidente» ocurrido cuando seis miembros de la cuadrilla Jatorrak, la única compuesta íntegramente por hombres, agredieron verbalmente a una mujer que les recriminó lo sucedido.

Estos «blusas» pidieron perdón, pero eso no fue suficiente para los colectivos feministas que han reclamado hoy que el Ayuntamiento retire las subvenciones a esta cuadrilla.

El alcalde ha mostrado su «apoyo absoluto e incondicional» a las mujeres agredidas, a ésta y a otra que fue abofeteada por su novio, y ha dicho que es «intolerable» que se sigan produciendo hechos como estos.

Ha matizado que «no se puede generalizar», ya que la «inmensa mayoría de los blusas y neskas son personas que saben divertirse desde el respeto».

Ha apelado al diálogo y al consenso para solucionar esta polémica y ha ofrecido el Ayuntamiento para «mediar» si fuera preciso.



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