El PNV y el PSE-EE han registrado una iniciativa legislativa en la Cámara vasca que permitirá a los acompañantes de los cazadores participar en las batidas sin estar en posesión de las correspondientes licencias, lo que incluye también a los menores de 16 años ya que no se regula el límite de edad.
Ambos grupos parlamentarios han registrado este miércoles en el Legislativo vasco una proposición de ley que modifica un artículo de la Ley de Caza autonómica de 2011 para regular la figura de los acompañantes de los cazadores, que serían aquellas personas que no participan activamente en la acción de cazar y que se dedican a «ayudar».
Estas personas no tendrán la obligación de estar en posesión de la licencia de caza ni de la de armas, que se pueden tramitar a partir de los 16 años, por lo que se da luz verde a que cualquier ciudadano, incluidos los menores de esa edad, puedan acompañar a los cazadores en las batidas ya que no se requerirá ningún permiso especial.
En la actualidad no pueden participar en esta actividad las personas que no tengan las licencias correspondientes, por lo que está prohibido que lo hagan los menores de 16 años o los mayores de esa edad que no están en posesión de los permisos oficiales.
La proposición de ley, presentada en rueda de prensa por los parlamentarios Aritz Abaroa (PNV) y Aroa Jilete (PSE), será aprobada en la Cámara ya que ambos partidos, socios del Gobierno Vasco de coalición, tienen mayoría en el Parlamento.
Abaroa ha asegurado que con esta modificación legislativa se da respuesta a una «demanda histórica del colectivo» con el fin de impulsar «el relevo generacional» en el sector de la caza.
Ha justificado esta propuesta porque la caza es «un deporte que genera afición» y una actividad económica «importante» que propicia la «cohesión social» entre diferentes generaciones y permite una acción cinegética para controlar la población animal y disminuir los daños e incidencias que provocan.
Ha matizado que el cazador oficial, es decir, el que tenga licencia de caza, será el responsable de la seguridad del acompañante o ayudante y de los incumplimientos de la normativa que se produzcan.
Por su parte, la socialista Aroa Jilete ha considerado «necesaria» esta modificación normativa para afrontar el relevo generacional» en una actividad como la caza que es «esencial» para el medio ambiente y para la «cohesión social» en el mundo rural. EFE
No me gusta la gente que mata animales
En España se matan al año unos 60 millones de cerdos, mas los pollos, conejos, corderos, vacas… Quizás usted no coma jamón y utilice zapatos y cinturón de plástico…
Lejos de mí la intención de iniciar una polémica, pero (teniendo en cuenta, sobre todo, que el hombre moderno no necesita la caza para subsistir) ¿por qué se permite disparar contra los animales con todas las bendiciones sociales, y, en cambio, se persigue como a locos homicidas a los aficionados a la tauromaquia?
A mí tampoco me gusta la gente que tortura y mata animales.