La pista de hielo y el tobogán de Navidad de La Florida en Vitoria ya están abiertos al público. Y ha sido una inauguración simpática. Con narices típicas de payasos. Eso sí, nuestros políticos de Vitoria no la llevaban para dar el mismo colorido de sus acompañantes.
Han preferido ser más modositos.
Esta mañana se ha hecho el acto de inauguración que ha consistido en una exhibición de patinaje de la mano del club Bipolo a la que han asistido el alcalde de Vitoria-Gasteiz, Gorka Urtaran, y representantes de la Corporación Municipal.
Así mismo, se ha contado con la presencia de la asociación Express your clown de payasos de hospital que ha sido la protagonista de la acción solidaria de este año.
Entre las novedades, esta Navidad se podrán reservar online horas concretas, de tal forma que se compre la entrada para un momento específico y así poder ir directamente a patinar sin tener que esperar colas.
Así mismo, este año se ha cambiado la estética de la pista para lograr un ambiente más navideño incorporando guirnaldas y figuras de osos y pinos, además de una lona decorativa en el tobogán. Por último, se ha añadido una nueva área de descanso en el interior de la pista de hielo grande.
La pista y el tobogán permanecerán abiertos hasta el próximo 8 de enero todos los días, de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 22:00 horas, excepto el 24 de diciembre y el 31, Nochebuena y Nochevieja, que cerrará a las 20:00 horas.
En cuanto a los precios establecidos cada descenso en tobogán tendrá un coste de 1 euro. La pista de hielo, por su parte, costará 2,50 euros la hora para los mayores de 16 años y 2 euros para los menores, dicho precio incluye entrada y patines, el casco en el caso de los y las menores.
Las entradas podrán comprarse en taquilla o a través de la web del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. Para grupos se suma una vía más, la telefónica, ya que llamando al 653 730 968 se podrán hacer reservas grupales en lugar de comprar las entradas una a una.
Da igual que la lleven o no. Las legislaturas de Urtaran han sido una auténtica payasada, no para reir sino para llorar. Una auténtico despropósito lo de este chico, ha sido patético.
Menos mal que hay gente que no lo puede ver, porque se morirían de nuevo de la vergüenza.
Sin nariz de payasos pero con una geta de carotas y de poca vergüenza que no pueden con ella.