La expresidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, ha estado hoy en Vitoria ofreciendo una charla y respondiendo a preguntas de directivos y empresarios vitorianos. Ha triunfado, a tenor de las reacciones de los más de un centenar largo de invitados que han alargado su ovación al terminar el evento.

Se trataba del octavo Foro Económico que organiza la revista líder Dato Económico de Vitoria. Por esa tribuna han pasado antes personajes como el lehendakari, Iñigo Urkullu, el ministro Álvaro Nadal, el CEO de Euroliga, Jordi Bertomeu, el exselecionador nacional de fútbol, Vicente Del Bosque, o el experto televisivo Tatxo Benet, entre otros.

Un Foro que se ha convertido en muy poco tiempo en la gran referencia en Vitoria de conferencias ante lo más granado de los empresarios, directivos y personas de toma de decisiones en la ciudad.

La charla ha estado organizada por Dato Económico y patrocinada por BMW Motor Gorbea, ETL Group y Grupo Sainsa.

Durante su conferencia, Casas ha reconocido hoy en Vitoria que existe una «imagen de politización» de este órgano que es «muy negativa» pero ha remarcado que durante su «larga experiencia» en el TC, este tribunal «jamas actuó politizadamente o a favor de una determinada opción», ha informado EFE.

Casas, que presidió el TC entre 2004 y 2011, ha pronunciado hoy una conferencia en la capital alavesa centrada en cuestiones de igualdad de genero, especialmente en el ámbito laboral, invitada por el Foro Económico de Álava. 

La catedrática de derecho de trabajo de la Universidad Complutense de Madrid ha respondido asimismo a diversas preguntas vinculadas con la actualidad política, como la politización de la justicia, la reforma constitucional y Cataluña.

La expresidenta del TC ha asegurado que ella «jamás» recibió una llamada del presidente del Gobierno durante el tiempo que estuvo al frente de este órgano aunque ha reconocido que existe una imagen de politización del TC que es «muy negativa» y que no se debe al propio tribunal.

«El buen comportamiento de las instituciones no solo depende de ellas, sino de lo que con ellas se hace», ha remarcado Casas, quien ha achacado las críticas de politización al sistema de cuotas en el que ha «degenerado» la forma de elección de los magistrados del TC, que llegan al órgano con el «sambenito de: propuesto por el PP, propuesto por el PSOE…» 

«Los magistrados sean propuestos por quiénes sean propuestos una vez que llegan allí son absolutamente independientes y ejercen la interpretación de la Constitución con arreglo a la razón jurídica», ha resumido.

Sobre la situación del expresidente de Cataluña Carles Puigdemont, Casas ha respaldado la legitimidad del Tribunal Supremo y ha recordado que la justicia alemana ha interpretado el delito de rebelión con arreglo a la jurisprudencia de ese país, como se establece que se tiene que hacer.

«Cosa distinta es que guste o no», ha añadido Casas, que también se ha referido a las «declaraciones no muy afortunadas» sobre el otro delito, el de malversación, por el que se ha pedido la extradición de Puigdemont, que hizo el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, al afirmar que no se habían utilizado fondos públicos para el referéndum ilegal del 1 de octubre.

«El Estado de Derecho español se ha demostrado que funciona. El Tribunal Supremo tiene toda la legitimidad y capacidad para hacer lo que tiene que hacer conforme a la leyes españolas», ha subrayado.

Casas también ha defendido la necesidad de una reforma de la Constitución aunque ha reconocido la fortaleza «impresionante» que ha demostrado la Carta Magna que «ha resuelto dos crisis importantes: el 23 F y la independencia de Cataluña».

Preguntada por el último comunicado de ETA, ha opinado que no es «suficiente» aunque ha reconocido que el fin del terrorismo es «fundamental» . También se ha mostrado contraria a la prisión permanente revisable porque considera que no es compatible con la función resocializadora de la pena que se recoge en la Constitución.

Casas ha reivindicado una mayor presencia de la mujer en todos los ámbitos, también en los órganos judiciales incluidos el Tribunal Constitucional, donde ella ha sido la única mujer presidenta.

También ha defendido medidas que promuevan la adaptación del tiempo de trabajo para favorecer la no exclusión de la mujer del ámbito laboral y otras vinculadas a favorecer el retorno tras la conciliación y ha asegurado que una sociedad que se respete no puede consentir la violencia machista. EFE



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