Los presupuestos de la Diputación de Álava de 2023 se incrementarán un 13,18 % con respecto a los de 2022 hasta alcanzar los 650,10 millones de euros, una subida que es posible por el aumento de la recaudación, por la capacidad de endeudamiento, por los fondos europeos y por los ahorros generados en años anteriores.
Así lo ha destacado este lunes el diputado general de Álava, Ramiro González, quien junto a la diputada de Hacienda, Finanzas y Presupuestos, Itziar Gonzalo, ha presentado en rueda de prensa el proyecto presupuestario que a partir de ahora inicia su trámite en las Juntas Generales, donde los partidos que conforman el Gobierno Foral, PNV y PSE-EE, tienen mayoría absoluta por lo que no requieren del apoyo de otros grupos para su aprobación.
González ha reconocido que el contexto económico actual es «complejo» con «amenazas e incertidumbres» a nivel global por la invasión de Ucrania por parte de Rusia, por el incremento de los precios de la energía y por la elevada inflación, aunque ha destacado la fortaleza de la economía alavesa, los niveles de empleo históricos y la buena recaudación fiscal.
Los presupuestos contemplan un paquete de actuaciones estratégicas enmarcadas en el denominado «plan Araba Lagun» tanto directas como fiscales.
Por ejemplo, se destinarán 24,5 millones de euros en prestaciones para ayudar a las familias en el ámbito de los cuidados, con un incremento de estas ayudas del 10 % y se incluirán partidas por 7,8 millones para aumentar en 250 el número de plazas en residencias de personas mayores.
En cuanto a la movilidad, la Diputación ha previsto un fondo, cuya cuantía no ha desvelado el diputado general, para seguir complementando la bonificación del transporte comarcal en el caso de que esta medida siga en vigor en 2023 si hay un acuerdo entre las distintas instituciones implicadas.
El proyecto presupuestario incluye distintas ayudas para apoyar la eficiencia y el ahorro energético. Habrá 800.000 euros para reducir el coste de suministro a las comunidades de vecinos con un sistema de calefacción central y 850.000 euros para la optimización energética en el entorno rural y la implantación de energías renovables en explotaciones agroganaderas.
En el ámbito empresarial se incrementarán en 10 millones las medidas de apoyo a la actividad económica a través de avales a pymes y autónomos.
También se incluye una línea especial de apoyo a proyectos de mejora competitiva para potenciar la actividad económica dotada con 950.000 euros y ayudas por un millón de euros a explotaciones agrarias para mitigar el incremento de los costes de producción.
En relación a la fiscalidad, Ramiro González ha recordado que el proyecto recoge la nueva deflactación del 2 % de la tarifa del IRPF, la deducción extraordinaria de 200 euros para los contribuyentes con rentas de hasta 30.000 euros y la prórroga en 2023 de la ampliación del porcentaje de compensaciones de gastos con el que las microempresas y autónomos ven reducida su carga fiscal.
Otras medidas fiscales, ha señalado, son la deducción por mantenimiento de la actividad económica que desarrollen autónomos los primeros años, que asciende a 800 euros en el caso de los hombres y a 1.000 euros en el de las mujeres.
Asimismo, se congelarán las tasas, precios públicos y catastrales, ha destacado el diputado general.
El capítulo de inversiones estará dotado de 147,7 millones de euros, un 9,61 % más que la cantidad recogida en los presupuestos de este año.
Para gasto social se reservarán 286,1 millones, lo que representa 867 euros por habitante y por ejemplo se consignarán 3,2 millones para la asistencia integral de residencias, 4 millones para la adaptación de residencias, 6,9 millones para el programa de atención en domicilio «Etxean bai» o 2,9 millones para el nuevo centro de menores.
La Diputación destinará el próximo año 313,6 millones de euros para ayuntamientos y concejos a través del Fondo de Financiación de Entidades Locales (Fofel) y de otras partidas encuadradas en el Plan de Obras y Servicios.
La Institución Foral prevé para 2023 un endeudamiento neto de 13,2 millones de euros para su gasto propio. Acudirá a una deuda de 91,4 millones con una previsión de amortización de 78,2 millones durante el próximo ejercicio.
LA OPOSICION
En una primera valoración, el portavoz de EH Bildu en las Juntas Generales, Kike Fernández de Pinedo, ha dicho que su grupo no tiene una «buena impresión» del presupuesto porque en materia fiscal no se incluyen medidas para sectores que tienen más capacidad económica y porque se sigue profundizando en la privatización del modelo de servicios sociales, y ha criticado que el Gobierno Foral no haya tenido voluntad de negociar las cuentas previamente con su grupo.
Desde el PP, su portavoz adjunta, Ana Morales, también ha denunciado la «falta de diálogo» del PNV y PSE y ha acusado a ambos grupos de incumplir promesas de «forma sistemática» y de prometer presupuestos «millonarios a base de abrasar a la clase media con impuestos».
Por su parte, Elkarrekin Podemos-IU ha opinado que las cuentas tienen carencias para el fortalecimiento del escudo social, no enfoca las prioridades en la cohesión social, los servicios públicos esenciales y la lucha contra la crisis climática y energética y también ha reprochado que la deflactación del IRPF beneficia sobre todo a las rentas más altas. EFE