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foto academia del cine

´La infiltrada’ de la bilbaína Arantxa Echevarría, que ha obtenido exaequo el Goya a la mejor película junto a ‘El 47’, y el compositor Alberto Iglesias, que se ha llevado su décimo segundo «cabezón», han sido los dos galardones más relevantes para el cine vasco en los premios de la Academia de Cine.

También han dejado otros premios a vascos, como a la maquilladora Karmele Soler o al documental de Iván Miñambres.Es la primera vez en la historia de estos premios en que el galardón más importante, el de mejor película, se reparte entre dos títulos, entre el ‘El 47’ y ‘La infiltrada’, el filme basado en la historia real de una policía que engañó a ETA.

‘La infiltrada’, protagonizada por Carolina Yuste -que se ha llevado también el premio a la mejor actriz- y Luis Tosar, es un thriller sobre la agente Aranzazu Berradre, pseudónimo de una policía nacional que pasó ocho años infiltrada en ETA y que fue clave en la desarticulación del comando Donostia.

Ha sido la segunda película española más taquillera del año, vista por 1,3 millones de espectadores en cines, sólo por detrás de ‘Padre no hay más que uno 4’, de Santiago Segura.

Su productora, María Luisa Gutiérrez, ha dedicado el premio a mejor película a «la infiltrada real» y «a quienes arriesgan su vida por defender los principios de la democracia», entre los que ha destacado la libertad de expresión.

La película tenía 13 nominaciones, pero se ha quedado con dos galardones, aunque uno sea el más importante. Tampoco ha habido Goya para su directora, la bilbaína Arantxa Echevarría.

El donostiarra Alberto Iglesias ha agrandado su mito con otro Goya, y van 12, al llevarse el premio a mejor música original en la película de Almodóvar ‘La habitación de al lado’.

También ha logrado un «cabezón», su segundo Goya, la donostiarra Karmele Soler, responsable del maquillaje de ‘Marco’, por su trabajo para caracterizar al protagonista, Eduard Fernández.

Soler ya ganó este Goya en el 2012 con ‘La piel que habito’.

El portugalujo Iván Miñambres, junto a su equipo, se ha llevado el Goya al Mejor cortometraje documental por ‘Semillas de Kivu’, una cinta sobre el drama de la violación de mujeres como arma de guerra, rodado en Kivu (República Democrática del Congo).

Para terminar, otro vizcaíno de nacimiento, aunque afincado en Salamanca, Javier Alvariño, se ha llevado el Goya a la Mejor dirección artística por ‘La virgen roja’. EFE

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