Después de un verano cálido y seco, el otoño que comenzará a las 15.31 horas del próximo día 22 se espera en Euskadi «dentro de la normalidad», aunque en la zona del interior podrían registrarse temperaturas ligeramente superiores y llover algo menos de lo habitual.
La delegada territorial de la Agencia Estatal de Meteorología en el País Vasco (Aemet), Margarita Martín, ha hecho esta previsión para la nueva estación en un rueda de prensa en la Subdelegación del Gobierno en Gipuzkoa, en San Sebastián, en la que ha dado también cuenta de los datos más destacados del verano que está a punto de finalizar.
En cuanto al pronóstico para el otoño, tras analizar varios modelos Martín se ha decantado por el elaborado por Méteo-France que en términos generales anuncia «normalidad» meteorológica en esta región.
Menos frío previsto en Álava
Los valores promedio que marcan esa normalidad se sitúan entre los 11,6 y 12,3 grados que registran de media en otoño los termómetros en los observatorios de Gipuzkoa, los 12,7 de Bizkaia y los 8,7 de Álava, territorio este último para el que la delegada de Aemet pronostica en torno a un grado más.
Ha avanzado también que no prevé un nivel de precipitaciones fuera de lo normal, que ya es de por sí abundante en el País Vasco en la etapa otoñal, salvo en la zona interior donde la estación «podría ser un poco seca, pero no exageradamente».
Menos lluvia en Vitoria
El promedio habitual de lluvia acumulada en octubre, noviembre y diciembre ronda los 500 litros por metro cuadrado en San Sebastián, 400 en Bilbao y 250 en Vitoria, pero la capital alavesa podría quedarse 150 a 200 l/m2.
Cómo ha sido el verano
En cuanto al balance meteorológico del verano, la experta ha señalado que, a partir de una estimación de lo que ocurrirá en lo que resta de septiembre, la estación concluirá catalogada como «cálida o muy cálida» y «seca o muy seca».
«Más cálida en la franja costera que en la Llanada Alavesa», debido a «la persistencia anómala» y más agudizada que en otros estíos del viento del sur, ha precisado Martín, quien ha agregado que el verano se ha caracterizado también por largos periodos de sequía y lluvia concentrada en pocos días.
Julio, agosto y septiembre «han sido en general más cálidos» en al cornisa cantábrica que en el resto de la península y, de hecho, en Euskadi se han batido récords históricos, como la temperatura máxima de 42,2 grados registrada en Hondarribia el 30 de julio pasado, la mayor contabilizada ese mes desde el 25 de julio de 1965, cuando los termómetros subieron hasta los 40,4 grados.
La meteoróloga ha subrayado que las temperaturas medias han sido este verano del orden de 1,3 grados más de lo habitual en la franja costera y 1,1 en el interior.
Menos caluroso y lluvioso el verano vitoriano
Agosto ha sido el mes de mayor calor, con temperaturas medias que se han situado en los 20,8 grados en el observatorio guipuzcoano de Igeldo (frente a los 19,2 que sería lo normal), los 22,2 grados del vizcaíno de Loiu (frente a 20,4) y los 20,3 del alavés de Foronda (22,1).
Las horas de sol en el País Vasco han estado por encima de la media y las precipitaciones «muy por debajo», sobre todo en julio, cuando se han recogido 70,5 litros en San Sebastián, cuando lo habitual hubieran sido casi 88; algo menos de 27 litros en Bilbao, frente a los casi 51 litros de la media; y menos de 9 litros en Vitoria en vez de 33.
En agosto también «llovió poco» pero las lluvias caídas los últimos cuatro días del mes «salvaron» los totales acumulados, ha comentado.
Martín ha llamado asimismo la atención sobre la temperatura del agua de mar medida desde el Aquarium donostiarra, que ha sido de media este verano de 22,8 grados, cuando el valor promedio se sitúa en los 21,2. EFE