Las residencias de ancianos de los tres territorios vascos permitirán a sus usuarios realizar un mínimo de cuatro salidas y recibir dos visitas de dos familiares a la semana, debido a que la situación de la pandemia de covid-19 en estos centros ha cambiado «sustancialmente» en las últimas semanas.
El órgano de coordinación de la covid-19 en Euskadi, en el que se reúnen las tres diputaciones vascas y el Departamento de Salud, ha acordado este lunes las medidas de flexibilización en las residencias de Euskadi, una vez concluido el proceso de vacunación de usuarios y personal.
Hasta el momento, sólo Bizkaia había relajado las medidas preventivas contra el virus, al permitir tres visitas de familiares y dos paseos a la semana, mientras que Gipuzkoa y Álava permanecían a expensas de la próxima reunión del comité asesor del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI), previsto para el viernes.
Sin embargo, las instituciones concernidas se han reunido hoy y han fijado un protocolo compartido aplicable a los tres territorios, que será presentado al LABI el viernes para su ratificación, ha informado la Diputación de Gipuzkoa.
No obstante, tanto las residencias de Gipuzkoa como de Álava aplicarán desde mañana mismo estas nuevas medidas, según han informado las dos instituciones forales.
Han explicado, en un comunicado, que el protocolo responde a las «necesidades y capacidades» de los mayores y de los centros residenciales, de manera que se establecen unos contactos «mínimos», que cada residencia podrá incrementar en función de su situación, hasta el punto de que las visitas y salidas podrán llegar a ser diarias.
Además, el protocolo establece que las visitas podrán ser realizadas por dos familiares al mismo tiempo, que además no tiene que ser siempre los mismos.
No obstante, el protocolo quedaría suspendido en el momento en el que la localidad en la que se encuentre la residencia rebase el índice de incidencia acumulada en 14 días de 500 casos por cada 100.000 habitantes.
En ese caso, ha recordado Peña, las salidas, al menos en Gipuzkoa, se tendrán que efectuar en los «espacios seguros creados junto a todas las residencias del territorio».
La Diputación alavesa ha explicado por su parte que el objetivo es permitir un mayor contacto de los residentes con sus familiares y allegados y que para ello se ampliarán las visitas y salidas de forma que los mayores puedan dar más «paseos terapéuticos», preferentemente en espacios abiertos cercanos a las residencias.
Cada centro podrá autorizar mayores frecuencias y diversidad de las visitas en función de las circunstancias personales de cada residente y de las posibilidades organizativas que tenga.
Las medidas de flexibilización se adoptan teniendo en cuenta la bajada de incidencia de la covid-19 en Euskadi y también el efecto de la vacunación, que ha dejado libre del virus a todas las residencias de Bizkaia y Gipuzkoa. EFE
DOMINGO: Bizkaia permite salidas y visitas en residencias inmunizadas
La Diputación Foral de Bizkaia permitirá desde mañana, 1 de marzo, tres visitas de familiares y dos paseos por semana a las personas mayores usuarias de las residencias, siempre que hayan transcurrido 7 días desde la administración de la segunda dosis de vacunación anticovid-19 a estos residentes.
Mientras tanto, Álava guarda silencio de momento, como casi siempre en esta materia.
La Diputación de Bizkaia ha informado este domingo de que ha emitido una orden foral, que entra en vigor mañana, lunes, para regular las visitas y salidas con el fin de «retomar progresivamente la normalidad en las residencias tras la vacunación».
Las personas residentes podrán recibir a dos familiares en una misma visita, al menos 3 veces por semana, durante un máximo de 1 hora. Estas visitas se podrán sustituir por paseos siempre y cuando las condiciones epidemiológicas y meteorológicas lo permitan.
Quienes viven en las residencias podrán salir al menos 2 veces a la semana en paseos terapéuticos, acompañadas por un máximo de dos personas, familiares o allegadas, y evitando, en todos los casos, los espacios cerrados o concurridos.
La nueva Orden Foral entra en vigor este lunes, 1 de marzo, y será de aplicación en los centros siempre que hayan transcurrido 7 días desde la administración de la segunda dosis de vacunación a las personas residentes. Esta Orden Foral viene acompañada de otra que ratifica la necesidad de mantener las medidas para la prevención y contención de la entrada del virus en los centros actualmente en vigor.
Sin obviar que la pandemia en el entorno comunitario persiste, el contexto actual está caracterizado por una tasa de incidencia acumulada inferior a 300 casos por 1000.000 habitantes en la Comunidad Autónoma Vasca, en tendencia descendente. Por otro lado, los estudios publicados sobre la vacuna utilizada en los centros residenciales certifican una eficacia de 94,6% y de ella, se espera especialmente que, en caso de enfermedad, las personas desarrollen cuadros leves, con poca afectación de la salud.
Ante este escenario, con incidencia de casos baja en los centros y que la gravedad de la enfermedad es menor, la Diputación Foral de Bizkaia estima necesario iniciar progresivamente una flexibilización de las medidas vigentes en relación con las visitas y paseos. En todo caso, manteniendo las medidas ya establecidas (plan de contingencia, sectorización, EPIs, unidades convivenciales…) y cumpliendo con todas las garantías sanitarias y medidas de control.
La nueva Orden Foral entrará en vigor el lunes 1 de marzo y será de aplicación en los centros siempre que hayan transcurrido 7 días desde administración de la segunda dosis de vacunación a las personas residentes. Así mismo, vendrá acompañada por otra Orden Foral que ratifica la necesidad de mantener las medidas para la prevención y contención de la entrada del Covid19, y revisa la coordinación con los centros.
Visitas en los centros residenciales
Las visitas de familiares y/o allegados se seguirán realizando en los centros residenciales del territorio ampliadas a dos personas por residente. Éstas se podrán realizar, al menos, tres veces por semana, durante un máximo de 1 hora y extremando las medidas de prevención. Estas visitas pueden ser sustituidas por salidas siempre que las condiciones epidemiológicas y meteorológicas lo permitan.
Las visitas en el centro deberán realizarse fuera de la zona de habitabilidad y de la habitación de la persona residente, salvo causas de fuerza mayor.
Estas visitas presenciales deberán completarse con otros sistemas alternativos y telemáticos como las videollamadas o videoconferencias.
En todo caso, el centro autorizará mayores frecuencias y diversidad de las visitas y/o salidas en función de las circunstancias personales de la persona residente, vínculo y dinámica previa a la declaración el estado de alerta sanitaria. Estas medidas de carácter general, no se aplicarán en situaciones de finales de vida, donde se deberá proporcionar a las familias la posibilidad de despedirse de la persona residente durante el proceso terminal y final.
Salidas de los centros en exteriores
Las salidas de las personas residentes seguirán siendo prioritariamente paseos terapéuticos, evitando en todos los casos los espacios cerrados o concurridos. Se realizarán con el acompañamiento de un máximo de dos personas, familiares o allegadas, y se posibilitarán, al menos, salidas dos veces por semana por persona residente.
Medidas de prevención y contención de la entrada del virus en los centros
Los centros residenciales de personas mayores y de personas con discapacidad del Territorio Histórico de Bizkaia deberán continuar adoptando las medidas organizativas, de prevención e higiene ya vigentes en los planes de prevención y contención del Covid19, de tal manera que la actividad en los mismos se desarrolle en condiciones que permitan en todo momento prevenir los riesgos de contagio y limitar su alcance en caso de contagio.
Tanto en las visitas como en las salidas deberán extremarse todas las medidas de higiene, uso de las protecciones establecidas, protección individual si fuera necesario y pautas de distancias, medidas que deberán ser supervisadas por el personal del centro. Así mismo, se tomará la temperatura de la persona o personas visitantes y se le preguntará si presenta/n síntomas relacionados con el Covid19, en cuyo caso se suspenderá la visita.
Asimismo, la dificultad de la persona residente para tolerar el uso continuado de la mascarilla no debe constituir un motivo de impedimento para recibir visitas. Ésta deberá planificarse de tal manera que la distancia física se mantenga en la medida de lo posible, preferiblemente al aire libre y evitando el contacto con terceras personas.
Cada centro residencial elaborará un documento con el protocolo detallado para las salidas y visitas, adaptado a la estructura y características concretas del centro, conteniendo las medidas organizativas, de prevención e higiene necesarias para evitar la transmisión del virus entre las personas visitantes, las residentes y las profesionales, adaptando los protocolos en vigor en cada momento. Este documento deberá ser aprobado por el equipo multidisciplinar del centro y el máximo referente asistencial del mismo, y deberá estar a disposición del Servicio de Inspección y Control del Departamento de Acción Social.
Por último, la nueva Orden Foral de medidas de también contempla la necesidad de mantener las unidades convivenciales como medida de contención de la expansión del virus, en caso de infección, si bien se promoverán las actividades grupales dentro de esas unidades, con especial foco en las actividades enfocadas a activar las capacidades funcionales de las personas residentes.
Las medidas adoptadas por la Diputación Foral de Bizkaia son de aplicación a todos los centros de servicios sociales del territorio si bien podrán verse moduladas, hasta su suspensión temporal o parcial, en función de la situación epidemiológica del centro y/o de la comunidad o municipio en el que se inserta cada uno de ellos.
Una residencia de mayores en España con cero casos de coronavirus
Por Inés Verdejo, (EFE).- Hace un año la residencia de mayores Mirasierra, en Cercedilla, tomó unas medidas que parecían excesivas ante los primeros casos de coronavirus, pero en este tiempo el centro no ha registrado ningún contagio y piensa seguir limitando las visitas aunque todos sus residentes y trabajadores ya están vacunados.
En este centro rodeado de pinos, con aires de posada tirolesa, dos personas hacen cola en la calle: están esperando su turno para ver a sus padres.
Dentro, en un antiguo almacén de material reconvertido en una sala de visitas, esperan tres mujeres de muy avanzada edad y con un deterioro cognitivo bastante alto.
Una de ella, con pelo corto y muy blanco, sentada en una silla de ruedas, levanta sus dos manos con entusiasmo y grita: «¡estamos bien!».
El centro está repleto de zonas techadas al aire libre para que «los abuelos» -como los llama cariñosamente la directora- puedan estar fuera.
Estos tejados, que antes de la pandemia eran el lugar de celebración de «las fiestas y los bailes» de los residentes, son ahora uno de los refugios de los ancianos ante un virus que no han llegado a conocer de cerca.
Un año después de que se detectara el primer caso de contagio por coronavirus de la Comunidad de Madrid, esta residencia privada de la sierra sigue libre de covid-19, un hecho casi milagroso que su directora atribuye a la premura y la constancia a la hora de tomar medidas de prevención.
La última semana de febrero de 2020, el hijo de un residente fue a visitar a su padre pero la directora no le dejó pasar porque veía que tenía «cara de acelga» y días después acabó ingresado por covid.
Tras este episodio, la directora comunicó a los familiares que iba a cerrar la residencia a las visitas y a limitar al mínimo la entrada de proveedores porque el equipo médico «no se fiaba nada» de lo que podía pasar con un virus «que ya circulaba por Europa».
Estas medidas, que en aquel momento podían parecer excesivas, son las que protegieron a los residentes y el personal de unos contagios que acabaron siendo mortales en muchas otras residencias de la Comunidad de Madrid y el resto de España durante la primera ola.
Otra de las claves para mantenerse libre de contagios, según la directora del centro, es que tanto los familiares como los trabajadores han ido «todos a una» en esta lucha, con una disciplina que conservan en la actualidad, aunque los 43 residentes y todos los empleados ya están vacunados.
Pero la directora no se fía y por eso mantiene las visitas limitadas, pese a que desde esta semana la Comunidad de Madrid las ha ampliado a tres por semana y permite además que los residentes vacunados salgan del centro sin limitaciones.
En este centro, en cambio, sigue siendo más habitual que los familiares contacten con los residentes con videollamadas.
«Sus familias ahora les cantan, les cuentan historias en las videollamadas, consiguen captar su atención y se relacionan incluso más que antes; vamos a estar muy atentos y tomaremos decisiones con mucha calma», dice la directora.
Ataviada con doble bata quirúrgica, gorro y rodeada por incontables botes de lejía y gel hidroalcohólico, no baja la guardia en su afán de mantener la residencia libre de coronavirus.
La tarea ha sido especialmente difícil al estar ubicada en el pueblo de Cercedilla, cuya tasa de incidencia ha superado durante muchas semanas consecutivas los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes y que ha estado confinado hasta hace dos semanas.
Una realidad de la que esta residencia ha logrado mantenerse al margen a base de mucha contención y disciplina. EFE
Los usuarios y usuarias de residencias necesitan a sus familiares, sus visitas todos los dias. Las salidas son una necesidad, pero todos los dias. Nuestros mayores necesitan continuidad en las salidas. ¿Porque 3 dias si y 2 no?. A caso el virus es mas peligros unos dias de la semana que otros?
La semana tiene 7 dias y esos son los dias que nuestros mayores necesitan visitas y salidas.
Si las plantillas fueran las necesarias, las salidas y visitas diarias serian posibles en todas las residencias, lo mismo que una atencion de calidad, pero no lo son. No lo eran antes de la pandemia y no lo son durante la misma.