¿Las aguas del Cantábrico son realmente seguras? Datos preocupantes

¿Las aguas del Cantábrico son realmente seguras? Los datos invitan a la preocupación

El reciente vertido de ‘pellets’ de plástico del buque ‘Toconao’ ha vuelto a poner en un primer plano los problemas de contaminación del mar Cantábrico. Según un informe del CSIC, más de 26 toneladas de estos ‘pellets’ se vertieron en aguas del Cantábrico durante el vertido ocurrido en diciembre de 2023, y fueron llegando poco a poco a las costas cantábricas durante enero de este año. Galicia se llevó la peor parte, pero el problema se extendió a toda la región.

 

Se trató de una más de las múltiples instancias de contaminación que han tenido lugar en el Cantábrico o en sus inmediaciones durante los últimos años. En la memoria de muchos sigue estando el desastre del Prestige, que, aunque tuvo lugar en el Atlántico, ocurrió muy cerca de nuestras costas y afectó a todo el ecosistema marino de la región. Se diría que solo es cuestión de tiempo hasta que tenga lugar un nuevo vertido.

 

Nuevas tareas de limpieza de plásticos

 

La contaminación de plásticos en el Cantábrico preocupa especialmente a partir del reciente vertido del Toconao. Las imágenes espeluznantes de los grandes parches de basura en el Océano Pacífico causan preocupación, y por eso un grupo coordinado por la Universidad de Cantabria está emprendiendo un proyecto conocido como PLAST4H2 para retirar plásticos mar cantábrico y darles un uso sostenible.

 

En la iniciativa están participando otras instituciones como la ONG tinerfeña Innoceana, el Instituto Superior Técnico de Lisboa y la TechnologicalUniversityof Shannon. Sobre el papel se trata de una gran idea que puede arrojar muy buenos resultados, pero llama la atención que se trate de una iniciativa que no cuenta con un respaldo claro por parte de los gobiernos de España o Francia.

 

El estado actual de las aguas del Cantábrico

 

Lo cierto es que las aguas del Cantábrico ameritan una mayor implicación por parte de los gobiernos de la región para garantizar su limpieza y minimizar el riesgo de nuevos vertidos. Las pruebas de valoración llevadas a cabo en la región muestran que la calidad de las aguas cantábricas sigue deteriorándose, tanto por culpa de los vertidos procedentes del tráfico marítimo como por causa de los vertidos de aguas residuales de nuestras ciudades.

 

A pesar de los esfuerzos de limpieza de algunos ríos como el Nervión, la implementación de sistemas de saneamiento y depuración de las aguas residuales, y un mayor control de las industrias de la zona, los ríos del Cantábrico siguen llevando al mar muchos contaminantes que están afectando a la salud de sus aguas. Son necesarios más esfuerzos y regulaciones más estrictas para reducir esta contaminación y evitar el deterioro de nuestras aguas.

 

La difícil regulación del tráfico marítimo

 

Uno de los principales desafíos a los que nos enfrentamos en materia regulatoria son las aguas internacionales, que no entran dentro de la jurisdicción española. Los buques pueden navegar por ellas con mucha mayor libertad y unos requerimientos muy tibios en comparación con los que podemos establecer en las aguas más inmediatas a nuestra costa. Y, sin embargo, cualquier derrame en estas aguas podría afectar a todo el Cantábrico.

 

Nos encontramos entonces ante una cierta indefensión por la situación de desregulación de las aguas internacionales, algo que también ocurre en el estrecho de Gibraltar, cuyo tráfico marítimo está afectando especialmente a la calidad de las aguas de Cádiz. Como país con una fuerte tradición marítima, España podría liderar iniciativas internacionales para tratar de establecer regulaciones más estrictas que reduzcan el riesgo de vertidos.

 

Las playas cantábricas siguen siendo aptas para el baño

 

Dentro de este panorama, la buena noticia está en que las playas cantábricas siguen disfrutando de aguas aptas para el baño, y, de hecho, la reciente temporada turística veraniega está siendo muy buena. A pesar de que nuestro sector turístico no tiene tanto peso en el PIB como el de las Islas Canarias o las Islas Baleares, cuidarlo sigue siendo de enorme importancia para nuestra economía.

Podemos seguir visitando nuestras playas sin problema y disfrutar de nuestro excelente clima, pero debemos tener presentes los desafíos ecológicos que nos depara el futuro. Es posible que no esté en nuestras manos controlar el tráfico marítimo internacional, pero definitivamente podemos reducir la toxicidad de los vertidos de nuestros sistemas de saneamiento, manteniendo nuestros ríos lo más limpios posible. Por algo se empieza.

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