El Gobierno Vasco considera que Euskadi ya cuenta con un dispositivo jurídico e institucional para impulsar la transparencia y combatir la corrupción en las administraciones públicas vascas y se ha mostrado contrario a tramitar en el Parlamento la proposición de ley sobre esta cuestión planteada por EH Bildu.
Esta iniciativa no es nueva en el Parlamento Vasco. En la pasada legislatura EH Bildu también presentó una propuesta de ley para crear una oficina anticorrupción y entonces el Gobierno Vasco, de coalición también entre PNV y PSE-EE aunque sin mayoría absoluta en la Cámara, se mostró favorable a su tramitación pero el adelanto electoral y la disolución del Parlamento evitó que se completara todo el proceso.
El pasado 15 de septiembre, EH Bildu volvió a registrar esta iniciativa y otras tres que quedaron suspendidas.
El Consejo de Gobierno ha acordado este martes, a propuesta de la consejera de Gobernanza Pública y Autogobierno, Olatz Garamendi, mostrar un criterio desfavorable a la tramitación de la proposición de ley de EH Bildu.
El Ejecutivo autonómico considera que no es necesaria la creación de una oficina para las buenas prácticas y contra la corrupción porque el conjunto de las administraciones vascas cuentan ya con instrumentos internos de fiscalización y control económico y presupuestario, de modo que se evita una duplicidad.
El Ejecutivo autonómico ha recordado que el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas (TVCP) realiza esta tarea de monitorización, lo mismo que el Tribunal de Cuentas del Estado, el Ararteko y el Defensor del Pueblo del Estado, en el ámbito de sus competencias, así como la Agencia Vasca de Protección de Datos.
También colaboran en esta labor de transparencia y fiscalización el Código Ético y de Conducta de los cargos públicos del sector público vasco, la Comisión de Ética Pública y la Comisión vasca de acceso a la información pública, además de los órganos judiciales vascos y el Ministerio fiscal.
Para el Gobierno Vasco la iniciativa de EH Bildu no tiene en cuenta el complejo entramado institucional vinculado al control de la corrupción y las «posibles redundancias» que puede ocasionar la oficina anticorrupción planteada con los órganos ya habilitados.
«En definitiva, se trata también de evitar el riesgo de duplicar órganos y perjudicar la efectividad. Además, el modelo planteado por EH Bildu está más enfocado a crear unas nuevas estructuras organizativas, que incrementarían los costes, en vez de en la regulación de una acción pública más comprometida con los principios de la transparencia y el buen gobierno», concluye el Ejecutivo. EFE
En esta ocasión una felicitación al Gº Vasco por considerar que no es necesario crear una oficina para controlar la corrupción en nuestro territorio dado que ya existen suficientes órganos para esta labor.
Es muy probable que EH Bildu, al pretender insistentemente crear esta nueva estructura de control, lo que realmente esté buscando es acomodo y colocación a más gente de su cuerda política, al tiempo que les asegura un sueldecito, mas bien un sueldazo, en un nuevo agujero de emboscados y vividores a costa del dinero de los contribuyentes vascos.