Por Miguel Ascenzo
En el seno del Gobierno Municipal de Javier Maroto reconocen en privado que cada vez que Fede García aparece en los medios de comunicación tienen la percepción de que suben sus votos. Una sensación compartida también por muchos de los que siguen la actualidad municipal. El líder de SOS Racismo en Álava debería medir más sus palabras que, a menudo, carecen de inteligencia política.
El PP tiene en el Ayuntamiento de Vitoria 9 concejales que le han dado las urnas. Y en la calle, el décimo: Fede García, que logra que muchos ciudadanos cierren filas con el primer edil. García quiere acabar con Maroto, y no se da cuenta que es uno de sus principales activos electorales ahora mismo.
El agredido este lunes en el Centro Cívico de El Pilar ha dado esta mañana una rueda de prensa mesurada, contando su versión de los hechos con calma, insinuando con inteligencia que es un usuario incómodo de los centros cívicos porque es exigente cuando las cosas a su juicio no funcionan bien. Se ha defendido con solvencia de las acusaciones de insultos o comportamientos racistas en el pasado, sembrando por lo tanto dudas sobre algunos informes municipales. Un golpe duro para Maroto, hasta que Fede García ha tomado la palabra y al alcalde se le ha vuelto a abrir el cielo.
Frases carne de titular como: «el virus Maroto está aislado pero hay que cortarle la cabeza a la serpiente antes de que haya un cadáver encima de la mesa«, lejos de apaciguar los ánimos supuestamente encrespados de la ciudadanía, los incendian más. Derivar un hecho aislado, como esta presunta agresión, hasta la exigencia de una moción de censura en el Ayuntamiento es forzar las cosas hasta un extremo en el que el PP, a juicio de muchos, sale beneficiado. El argumento de empezó Maroto ya no tiene sentido a estas alturas del partido.
Hoy Fede García sólo ha convencido a los ya convencidos y ha desaprovechado una ocasión para poner en un brete al alcalde. Es más, ha puesto en una situación incómoda a sus teóricos aliados, los grupos de la oposición, que ahora deberán contestar a la pregunta de porqué no desalojan al alcalde mediante una moción de censura.
Fede García ha pisado el acelerador dialéctico en un momento en el que lo más conveniente era levantar el pie y dejar que los hechos hablen y la gente juzgue. No es la primera vez que lo hace y me cuentan que en el PP están encantados.
El decimo concejal de Maroto sois los periodistas voceros de este impresentable que pretende enzarzar a la clase baja mientras el se lleva 6000€ al mes o los Barcenas, Gurtel o Punica de su partido siguen actuando….
Muy bien Miguel, sigue chupando del bote que queda muy poco para que tu amado deje la alcaldia