Osakidetza quiere recuperar para final de año la atención presencial previa a la pandemia -el 65 % del total- y retomará de manera «paulatina» las consultas en los centros de salud, a los que se podrá ir acompañado y donde se atenderá a los pacientes con síntomas respiratorios «en tramos horarios concretos».

Así lo ha anunciado la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, en la rueda de prensa celebrada tras el Consejo de Gobierno, en la que ha explicado que se atenderá a la población en su centro de salud habitual, ya que los ambulatorios «dejarán de estar sectorizados entre covid y no covid».

Se mantendrán las consultas telefónicas, un sistema «muy útil» durante la pandemia que ha demostrado que muchas dudas pueden revolverse sin necesidad de ir al ambulatorio; al tiempo que se desplegará un nuevo sistema de cita por internet para derivar al paciente a una consulta presencial de una forma «más eficiente».

Se mantendrá en todo caso la posibilidad de pedir cita tanto por teléfono como de manera presencial, aunque la consejera ha animado a no presentarse en el centro de salud si no es necesario para que el aforo sea siempre el mínimo posible y se preserve así la salud tanto de los profesionales como de los pacientes.

Una de las medidas más significativas de este plan de desescalada -del que no ha precisado fechas concretas- es la posibilidad de ir acompañado al centro de salud, lo que beneficiará sobre todo al colectivo de mayores que muchas veces, ha explicado la consejera, prefieren tener a su lado a una persona de confianza que les ratifique lo que les dice el médico.

Ha apelado en todo caso a «actuar con sentido común», acudir al ambulatorio acompañado solo cuando sea realmente necesario y no presentarse con demasiada antelación a la cita para evitar aforos elevados.

En los centros de salud serán también atendidos de manera presencial aunque de forma «diferenciada del resto de pacientes» las personas con «sintomatología respiratoria y por lo tanto, compatible con la covid», aunque en aras de la seguridad se les atenderá en «tramos horarios concretos».

Además, se empezarán a eliminar «las barreras arquitectónicas introducidas durante la pandemia con el fin de ganar capacidad», como módulos para hacer pruebas diagnósticas, mamparas, circuitos internos y precintos de las salas de espera.

Este plan persigue que para final de año las consultas «de tú a tú» sean el 65 %, el porcentaje anterior a la covid. Esto no quiere decir que el 35 % restante fueran telefónicas, ya que el «concepto de consultas» de Osakidetza comprende también visitas a domicilios de pacientes, realización de informes de Incapacidad Temporal y colaboración con otros profesionales sobre un caso, entre otras posibilidades.

Esta desescalada en la atención sanitaria llega ahora que la pandemia en Euskadi está en «una situación muy favorable» gracias a la tendencia a la baja de «los principales indicadores» y al avance de la campaña de vacunación, con el 90 % de los vascos mayores de 12 años con al menos un pinchazo y con el 88,4 % con la pauta completa.

«Vamos bien y estamos cerca de estar bien, pero apelo a la cautela», ha dicho la consejera, que ha rehusado poner fecha a la próxima reunión del Consejo Asesor del LABI para flexibilizar las restricciones.

«Se ha pasado de una fase de transición a una de consolidación» y cuando esta se ratifique «será el momento de dar otro paso más, quizá no el definitivo, pero otro más» hacia una «convivencia casi normalizada con el virus. En todo caso, ha recordado, que la convocatoria de un nuevo LABI depende de su comité técnico, que analiza los datos día a día. EFE



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