De sobra son conocidos los malos olores en algunas zonas de la ciudad. Destaca desde hace tiempo los de la fábrica LEA. Ahora junto al paso del BEI ocurre otro tanto. Concretamente en Jacinto Benavente.
El Ayuntamiento de Vitoria pide disculpas por los olores y explica que se trata de una obra manual en varios pozos que «deben estar abiertos para asegurar la ventilación en el interior del colector, por lo que es inevitable que salga mal olor de los mismos».
Pues hay quien se pone poeta para explicar la situación y el malestar vecinal. Un ciudadano escribe al Ayuntamiento de Vitoria, a través del Buzón, de manera curiosa y novedosa:
«Sin haberlo deseado
ha salido un pareado
para este asunto tan singular
que procedo a denunciar
con un título semejante
e intentando ser tajante
sin ser yo un poeta o similar
que se dedique al bello arte de rimar
mas bien un malhumorado trovador
victima de un espantoso hedor,
el de un trabajo sin finalizar
unas arquetas sin cerrar
causantes de la insoportable situación
de esperar a mis hijas con atención
junto al centro Angel Ganibet
en Gasteiz, no en el Tibet
bajo un olor a putrefacción
Heces, pises y su fusión
Me dirijo a ustedes sin acritud
mediante esta solicitud
En busca de solución
o por lo menos contestación
Quedamos así pues a la espera
para que la persona que requiera
Acabe con este problema
de portazo a este tema,
cerrando las dichosas arquetas
con tornillos o chinchetas
para que dejen de soltar
ese aroma cagarro de mar
y puedan por fin disfrutar
sentir, oler, respirar
nuestras preciadas fosas nasales
de las vitorianas brisas otoñales».
Hablando de poesia, pájaros y flores, ¿se sabe quién, cómo y cuando cañearon a la Begoña, esa chica a la que condenadoresycondenadoras locales, provinciales, autonómicos y nacionales dijeron «yo si te creo, hermana», y acabó acusada? Por preguntar sin acritud niná.
Jon: ¿?, ¿?, ¿?, ¿?, ¿?.