Se ha convertido en el sindicato más duro y con menos capacidad de acuerdo.

ELA se ha ratificado en su rechazo al acuerdo sobre el convenio del metal en Álava y ha advertido de que las subidas salariales pactadas no van a afectar al 90 % de los trabajadores del sector, porque sus empresas tienen acuerdos salariales propios.

La mayoría sindical de UGT, CCOO y LAB y la patronal alavesa SEA llegaron este pasado lunes a un acuerdo sobre el convenio de metal de Álava, con una vigencia hasta 2025 que incluye mejoras salariales y una reducción de la jornada laboral, del que se ha desmarcó ELA.

Esta central ha explicado en un comunicado que en las empresas en las que trabaja el 90 % de los empleados del sector han ido firmando en los últimos años unas subidas salariales que dejan «muy por debajo» las tablas salariales del convenio de 2017 que ha sido utilizado como base para firmar ahora estos incrementos.

Por ello, sostiene ELA, las subidas salariales ahora pactadas «quedan absorbidas y no tendrán efecto».

A juicio de este sindicato el acuerdo alcanzado por UGT, CCOO y LAB con la patronal «solo ha buscado desactivar» las huelgas convocadas esta semana.

Además de la cuestión salarial, ELA reconoce que el acuerdo recoge «algunas mejoras, pero no contempla contenidos importantes de la plataforma reivindicativa, como los complementos de la baja en enfermedades comunes o el blindaje contra la inaplicación».

En este sentido, acusa a UGT, CCOO y LAB de dejar la puerta abierta a que las empresas «se valgan de la reforma laboral de Rajoy para descolgarse del convenio sectorial».

Después de que la militancia de LAB y delegados de CCOO del sector metalúrgico ratificaran este miércoles en sendas asambleas el preacuerdo sobre el convenio, hoy lo han hecho por unanimidad los delegados de UGT, el tercer sindicato firmante.

UGT han valorado de este acuerdo las subidas salariales con garantía del IPC, que se ha acordado la subrogación y el hecho de que sea un convenio de eficacia general.



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