El Ejecutivo vasco ha autorizado este martes la firma del convenio por el que el Gobierno central encomienda al autonómico la redacción del proyecto constructivo y la ejecución de las obras del nudo de Arkaute con el compromiso de impulsarlas para que puedan agilizarse, aunque con dudas sobre si podrían comenzar en 2026.
Una vez que el Gobierno central autorizó en octubre el convenio entre Adif y el Ejecutivo vasco para construir este tramo, con la firma de la encomienda se da fin al proceso administrativo para la ejecución del nudo de Arkaute.
A su vez, según ha explicado la consejera de Movilidad Sostenible, Susana García, se abre la puerta a que el Gobierno Vasco encargue a su ente público Euskal Trenbide Sarea (ETS) la licitación del proyecto constructivo para su redacción, aprobación y posterior licitación de las obras.
El nudo de Arkaute es el segundo de la nueva red ferroviaria vasca, tras el de Bergara, este último ejecutado por Adif. Está situado en las cercanías de Vitoria e incorporará vías para dar servicio a los distintos ramales de conexión desde la capital alavesa.
La consejera ha recordado que el convenio se firmará en las próximas semanas con fin de licitar el proyecto constructivo en los primeros meses de 2025. Preguntada por los plazos para que comiencen y termine las obras García ha sido prudente.
Ha señalado que no cree que puedan iniciarse en 2026, tal y como señaló el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, aunque ha insistido en que el Gobierno Vasco «acelerará en todo lo posible» los trabajos que estén en sus manos para ejecutarlas «lo antes posible».
10,7 kilómetros para conectar la ‘Y’ a la red estatal
El nudo contará con una extensión de 10,7 kilómetros para conectar la línea de alta velocidad de Euskadi con la estatal. Prevé para el proyecto y para la dirección y construcción de la plataforma ferroviaria 146,33 millones de euros (3,25 destinados a la redacción del proyecto constructivo, 130,07 a la ejecución de las obras y 13,01 a la dirección facultativa de las mismas).
De acuerdo con el convenio, Adif y el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible aprobarán el proyecto y la ejecución de las obras y su pago no se descontará vía Cupo, sino que se hará mensualmente con cargo a los presupuestos del administrador ferroviario estatal, en función de las certificaciones de obra realizadas por ETS.
Al margen de este convenio, Adif Alta Velocidad invertirá otros 34,67 millones de euros destinados a incorporar, tras la finalización de los trabajos de plataforma, las instalaciones y la superestructura, al igual que en el resto de la Y vasca.
El convenio, cuya duración se prolongará durante el tiempo que duren los trabajos del nudo de Arkaute, incluye dos comisiones de seguimiento, una técnica y otra de responsables institucionales, para el correcto desarrollo de sus trabajos.
La primera se reunirá trimestralmente, con dos miembros de Adif y dos del Gobierno Vasco, y la segunda al menos una vez al año, con la misma representación.
De esta manera, el Gobierno Vasco pasará a intervenir en las obras del tren de alta velocidad de los tres territorios históricos, ya que hasta 2023 los trabajos de ETS se han centrado en el ramal guipuzcoano, cuya plataforma, a falta de la estación donostiarra de Atotxa y de un enlace a la futura estación de Cercanías de Astigarraga, está finalizada desde febrero.
En estos momentos, en Bizkaia, ETS se encuentra en el proceso de redacción del proyecto constructivo del túnel de 6 kilómetros por el que accederá la alta velocidad al centro de Bilbao, desde Basauri.
En las obras del tren de alta velocidad a su paso por Euskadi queda por definir todavía en qué punto se unirá la ‘Y’ vasca con Navarra, bien por la localidad guipuzcoana de Ezkio Itsaso, como apuestan las instituciones de ese territorio, o bien por Vitoria, como defienden las de Álava. EFE