Por Borja Cabello. Plácido arbitraje el que protagonizó José María Sánchez Martínez en San Mamés, donde el encuentro entre Athletic Club y Deportivo Alavéstranscurrió sin grandes complicaciones. Aunque el colegiado murciano mostró un número elevado de tarjetas amarillas, todas ellas fueron correctamente señaladas. Demostrando firmeza y criterio.
Sin jugadas polémicas
La única acción que generó cierta polémica llegó en el minuto 15, cuando el conjunto vitoriano reclamó un posible penalti por mano de Oihan Sancet tras un remate en un saque de esquina. Sánchez Martínez, bien posicionado, interpretó que la mano no era sancionable, y desde la sala VOR, con Carlos del Cerro Grande al frente, tampoco se consideró punible la acción.
Tras las controversias arbitrales vividas en las primeras jornadas, este encuentro se suma a los pocos que han destacado por su corrección y discreción. Junto al arbitraje de Miguel Sesma Espinosa en la jornada inaugural, el de Sánchez Martínez figura entre los más sólidos y equilibrados en lo que va de temporada.