Las distintas entidades y organizaciones que componen el Tercer Sector Social en Euskadi, en las que trabajan casi 40.000 personas, canalizan la participación de más de 160.000 voluntarios.
Este es uno de los datos que recoge el Barómetro 2021 del Observatorio Vasco del Tercer Sector, que está integrado en la comunidad autónoma por 4.117 organizaciones: 2.341 en Bizkaia, 1.176 en Gipuzkoa y 600 en Álava.
Las entidades de este sector gestionaron en 2020 un volumen económico de 1.712 millones de euros, lo que supone el 2,4 % del Producto Interior Bruto (PIB) de Euskadi.
El 80 % de estas organizaciones son entidades pequeñas o medianas, con unos ingresos inferiores a los 300.000 euros. Más de la mitad de sus ingresos, el 54,1 %, proviene de financiación pública y el resto es de origen privado, con especial relevancia de las cuotas de los socios o afiliados.
En este sentido, el informe constata que el 46,6 % de las organizaciones del sector cuenta con donantes que realizan aportaciones económicas de manera regular.
El 35,5 % del total de organizaciones tiene ya 20 años o más de actividad acumulada, una actividad muy diversa que va desde la atención a la infancia, la adolescencia y las familias (19,7 %), las personas mayores (14,7 %), las discapacitadas y sus familias (11,9 %) hasta las mujeres (10,7 %).
Otro dato relevante del informe es que el 43,3 % de estas organizaciones son entidades constituidas directamente por las propias personas o familiares destinatarias de sus acciones, aunque casi un 29 % cuenta con la declaración de utilidad pública, lo que supone el reconocimiento social a su labor y que sus fines tienden a promover el interés general, por lo que su actividad no se dirige solo a los asociados.
Las principales conclusiones de este barómetro han sido presentadas este jueves en Vitoria por la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Beatriz Artolazabal, quien ha hablado de este sector como un «agente fundamental de transformación social».
Artolazabal ha puesto en valor el reforzamiento que ha experimentado el sector en estos últimos tiempos en los que ha hecho frente a una pandemia mundial y a una guerra en el seno de Europa, pero ha recordado que tiene ante sí una serie de retos de cara al futuro.
Entre ellos ha citado el relevo generacional, la sostenibilidad de las organizaciones, el fortalecimiento de la colaboración público-privada, la transformación digital, la innovación social y la búsqueda de respuestas eficaces a las «necesidades emergentes en una cambiante realidad social».
La consejera ha felicitado y dado las gracias por su labor a todas las personas y entidades que integran este sector «diverso, plural, solidario y comprometido».
Lucía Merino e Iker Fernández, miembros del Observatorio Vasco del Tercer Sector, han explicado la importancia de «seguir visibilizando los resultados» del Tercer Sector, el valor añadido de la misma y «el impacto social que genera, principalmente en términos de cohesión social, de protección de los derechos de las personas más vulnerables y de promoción de la participación». EFE
En las 4100 organizaciones habrá de todo, buenas y malas. Eso sí, a repartir 925 millones de nuestros impuestos, salen a unos 225.000 euros cada una de media. Aquí hay negocio.