La Federación Alavesa de Fútbol anunció que durante la campaña actual se pondrá en marcha la campaña “Respeto-Errespetuz” con el fin de “sensibilizar, de nuevo, a todos los agentes implicados en el fútbol para conseguir que las competiciones se desarrollen en un espacio respetuoso y seguro para todas las personas implicadas”.

Los clubes, árbitros, entrenadores, jugadores y público están llamados a participar y tomar parte de una sesiones especiales en las que se difundirán varios vídeos de sensibilización dirigidos a todos ellos.

En este contenido audiovisual creado por la empresa Gesto deportivo de aproximadamente un minuto de duración se hace hincapié sobre el comportamiento de todos los participantes.

“A veces las gradas son mal ejemplo para los más jóvenes”, señala una voz en ‘off’, que se escucha al tiempo que aparecen niños gritando a los jugadores desde la grada.

El vídeo pone de manifiesto la presión que sufren los jóvenes jugadores, “llegando incluso a desear no jugar”.

Añade que los entrenadores “deben empatizar y ser ejemplares” y subraya que “sin arbitraje no hay partido”.

“El desarrollo de los jóvenes deportistas siempre es la prioridad”, expone la voz que apela a todos los agentes. “¿Qué papel quieres jugar?, cuestionan en el vídeo.

La Federación además ya desarrolla un programa en las competiciones cadetes masculinas y femeninas de fútbol que persigue la eliminación de conductas violentas en el deporte de base, con la colaboración de la Diputación de Álava, la Fundación Vital y la Escuela Vasca del Deporte.

Se trata de un programa que se desarrolla durante las últimas dos temporadas y este año la Federación Guipuzcoana de fútbol también lo ha puesto en marcha en su provincia.

“Estamos firmemente convencidos de que este es el camino, sensibilización, prevención y programas formativos para conseguir erradicar las conductas violentas en nuestro deporte”, insistieron desde el ente federativo en una nota de prensa.

Esta campaña llega tras el último caso ocurrido en Vitoria el pasado sábado en un partido entre el CD Lakua y el Indautxu de categoría juvenil que acabó con “una batalla campal” entre cien personas, según explicó el colegiado del encuentro en el acta posterior.

Durante los hechos, el portero del equipo visitante fue agredido con un puñetazo en el ojo y antes de acabar el encuentro, el árbitro expulsó de las instalaciones al padre de un jugador del Indautxu “por insultos”.

La Ertzaintza tuvo que escoltar al colegiado para “evitar males mayores”, tal y como redactó el árbitro en su documento.

Clubes y federaciones condenaron los hechos y se recogieron las primeras denuncias por parte de la Policía Local y la Ertzaintza. Una por coacciones leves, que se sumó a la que recogió la policía autónoma por insultos en el lugar de los hechos, donde agentes de la Policía Local identificaron a un supuesto agresor. EFE



Dejar respuesta