Los alaveses han reducido de media en 8 kilos los residuos generados en un año, al quedar en 400,9 kilos en 2020 frente a los 409,2 en 2019.
El diputado foral de Medio Ambiente y Urbanismo, Josean Galera, ha dado a conocer los datos del último Observatorio de Residuos correspondiente a 2020 y se ha felicitado por esa reducción que «denota el compromiso de la ciudadanía», aunque ha advertido de que «queda mucho por hacer» ya que aún no se alcanzan los objetivos marcados por Europa.
Ha recordado el paulatino descenso en la última década, ya que en 2010 la cantidad de residuos medios era de 465 kilos por habitante y año, al tiempo que ha destacado que los datos de Álava son mejores que «la media vasca y la estatal».
En el año marcado por la pandemia, los distintos residuos tuvieron un comportamiento desigual. La fracción resto, es decir todo lo que se deposita en el contenedor gris, mejoró sus cifras y bajó a 259,5 kilos recogidos por habitante frente a los 354,4 de 2010, lo que evidencia según Galera «la adecuada recogida selectiva y la disminución en la generación de residuos».
La tasa de reciclaje de la fracción de papel (contenedor azul) fue del 68 % y superó el objetivo europeo. La de vidrio (contenedor verde) mantuvo la tendencia positiva de los últimos años que situó este reciclaje en torno al 87 %. EFE
¿Solo 8 quilos al año? ¿Acaso no es normal? Con las necesidades que hay, nos comemos las patatas y la fruta sin pelar; las cáscaras de huevo las utilizamos para abono de las plantas; el pan duro lo rallamos para rebozar; las espinas de los pescados para cocerlas y hacer sopa; las zapatillas viejas, las guardamos para cuando pintamos las paredes o hacemos chapuzas en casa; al gato le cambiamos las piedras cuando empieza a mear en la alfombra; el apaño de las ensaladas lo utilizamos una y otra vez hasta que se acaba; la pasta de dientes la escupimos en el vaso para tres o cuatro limpiezas; al bote de gel de ducha, le echamos agua de vez en cuando para triplicar su duración; a las lentillas les damos la vuelta hasta que se estropean por los dos lados; Si un calcetín se rompe, lo guardamos para emparejarlo con otro cuando se rompa, en vez de tirar los dos. Si eso y alguna cosa más hago yo que soy derrochador… ¿le extraña al diputado este?