La tarde del martes unas llaves de un coche cayeron en una alcantarilla de Vitoria. Pero lo que parecía un contratiempo menor se transformó en una prueba de paciencia.
Acudieron los bomberos al rescate. Tras varias maniobras, las llaves fueron rescatadas. Pero ahí no acabó el problema.
Había que esperar a la Policía Local para acreditar que las llaves eran suyas. Lo que nadie sabía es que esa espera sería larga. «Un buen rato», señalan oficialmente los bomberos.
Finalmente, la patrulla llegó. Con la seriedad que merece el momento, procedieron a cotejar los datos del DNI con el permiso de circulación. Hubo suspense, una pausa mientras se revisaban papeles, y luego… el veredicto: coincidencia positiva.
Para esas cosas creo que no están los bomberos y si están que le metan una buena factura al colega para que otra vez llame a la grua…
Esto se arregla con un palo y un chicle.