La portavoz de EH Bildu en las Juntas Generales de Álava, Eva López de Arroyabe, ha anunciado que la coalición no presentará enmienda a la totalidad al proyecto de presupuestos de la Diputación alavesa y que seguirá negociando con el Gobierno foral en torno a cuatro ejes: vivienda, creación de plazas públicas residenciales, transición ecosocial y aumento de la financiación municipal del territorio.

La coalición abertzale ha hecho este anuncio a través de una nota de prensa, cuando quedan tres días para que el lunes a las 9:00 horas acabe el plazo que tienen los grupos para pedir la devolución del proyecto a la Diputación alavesa, gobernada en coalición por PNV y PSE-EE y que no cuenta con la mayoría suficiente para sacar adelante las cuentas en las Juntas Generales.

La intención de EH Bildu con esta decisión es «no cerrar ninguna puerta al acuerdo y llevar las negociaciones hasta el final».

López de Arroyabe ha hecho hincapié en que las prioridades de su grupo están claras y pasan por la vivienda, la creación de plazas públicas residenciales, la transición ecosocial y el aumento de la financiación municipal.

«Seguiremos trabajando para mejorar esos aspectos. Hemos mantenido ya varias reuniones y hemos intercambiado diversos documentos, por lo que nuestra voluntad es seguir negociando como hasta ahora. Estamos dispuestos a llegar a acuerdos, pero para ello las políticas del Gobierno tienen que tomar otra dirección y lo estamos intentando, para conseguir unos presupuestos que garanticen el bienestar de la sociedad alavesa», ha concluido.

El anuncio de EH Bildu llega después de que el presidente del PP de Álava, Iñaki Oyarzabal, confirmase que tampoco habrá enmienda a la totalidad de su grupo, pero sí 169 parciales por importe de 60 millones de euros.

El Gobierno foral negocia las cuentas, además de con EH Bildu y con PP, también con Elkarrekin, que todavía no ha desvelado cuál será su postura ,aunque uno de los partidos que lo integran, Ezker Anitza-IU, aseguró ayer que hay «voluntad de alcanzar un acuerdo».

Precisamente esta negociación a tres bandas es uno de los argumentos del PP para explicar que se ha instalado entre su partido y el equipo de gobierno foral una «desconfianza».

Por ello, los populares para dar su apoyo a las cuentas, primero han exigido dos compromisos políticos que no dependen directamente de la Diputación: la reapertura de las Urgencias de Santiago y la paralización del macrocentro de inmigrantes de la antigua Clínica Arana.

También un tercer compromiso en materia tributaria -la reforma fiscal se negocia aparte de los presupuestos-, como es la mejora fiscal a las familias, con un aumento de las deducciones por hijo, por mayores a cargo y por discapacidad.

Tanto en Álava, como en Gipuzkoa PNV y PSE-EE necesitan negociar las cuentas al estar en minoría. A la espera de conocer el resultado final de las negociaciones en Álava, en Gipuzkoa los presupuestos tienen su aprobación garantizada con el apoyo del PP. EFE



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