Mendizorroza volvió a rugir este sábado con el estreno del Deportivo Alavés y el Real Madrid en la primera jornada de la temporada 2021-22, con 3.968 gargantas que recordaron a los grandes momentos vividos en el coliseo vitoriano 17 meses después del último partido vivido con público en las gradas.

Más de 7.000 abonados del club se apuntaron en su momento al sorteo que realizó la entidad vitoriana para repartir las entradas definitivas, en base al decreto firmado por el Gobierno Vasco antes del inicio del campeonato liguero, y algo más de la mitad de ellos fueron los agraciados que regresaron a sus butacas.

A pesar de la derrota, hubo mucha ilusión.

Aunque el estadio contó con la representación oficial de la peña Iraultza 1921, que no hará acto de presencia en la cancha albiazul hasta que llegue la normalidad plena a los campos de fútbol, el público se hizo notar desde el inicio cuando ha recibido con una cerrada ovación a su equipo.

La imagen más común antes de que comenzara el partido fue la de los seguidores inmortalizando un momento histórico. Ataviados con sus camisetas albiazules, teléfono móvil en mano, no dejaron escapar una instantánea que les tocará repetir dentro de varias jornadas ya que, si continúa la limitación de aforo, en las próximas jornadas deberán ceder su sitio a otros aficionados que se quedaron sin poder ver el debut de su equipo en la temporada 2021-22.

Sin embargo, no fue un encuentro como los de antes, no solo por la ausencia de gran parte del público, sino porque los seguidores no pudieron seguir de pie el duelo, aunque por momentos ha sido prácticamente imposible, y tampoco pudieron introducir ningún tipo de elemento de animación como bombos, megáfonos o banderas con mástiles.

A cambio, el club proporcionó unos aplaudidores individuales de cartón para recibir a sus seguidores 522 días después, con los que apoyaron a su equipo durante el choque.

Las casi 4.000 gargantas se escucharon durante prácticamente todo el encuentro, solo la recta final del choque frenó la efervescencia del público, que recuperó las sensaciones de ver a su equipo en vivo, como ocurría cada fin de semana casi dos años antes. EFE



3 Comentarios

  1. Fue una vergüenza y un tongo, familias enteras, grupos, gente q no estaba ni en el en el sorteo una vergüenza lo de las entradas, para devolver el carnet y que les den

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