Aprobados los presupuestos de Vitoria, Álava y Euskadi para el año que viene.
VITORIA: El equipo de Gobierno de Vitoria, formado por PNV y PSE, ha aprobado en el pleno del Ayuntamiento el último presupuesto municipal de la legislatura gracias al acuerdo alcanzado con Elkarrekin, que por cuarto año consecutivo ha permitido con su abstención que las cuentas hayan salido adelante.
Se trata del último presupuesto impulsado por el actual alcalde, Gorka Urtaran, que no repetirá como candidato del PNV a las elecciones municipales del próximo año y será relevado como cabeza de lista por la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal.
El presupuesto para 2023 del Ayuntamiento de Vitoria, única de las principales instituciones vascas en la que PNV y PSE están en minoría, está dotado con 434,6 millones de euros, un 5 % más que el pasado año. Las inversiones ascenderán a 34 millones y se gestionarán otros 45 procedentes de los fondos europeos.
El acuerdo con Elkarrekin se concreta en 33 enmiendas por valor de 3,2 millones para tres ejes: escudo social y vivienda; recuperación económica en clave de acción climática, y avances en la lucha contra la violencia machista. El pacto incluye además el compromiso de elaborar un censo de viviendas vacías para empezar a cobrar el canon correspondiente en enero de 2024.
Durante el pleno de aprobación del presupuesto el portavoz morado, Oscar Fernández, ha considerado que Elkarrekin ha dejado «su impronta» en esta legislatura gracias a los sucesivos acuerdos presupuestarios y ha defendido que gracias a sus aportaciones las cuentas de 2023 «están a la altura».
El concejal de Hacienda, Iñaki Gurtubai, ha agradecido a este grupo que haga «política a contracorriente» y apueste por «construir desde la oposición» en lugar de enrocarse en el rechazo de todas las propuestas del Gobierno municipal.
Ha valorado asimismo la importancia de aprobar los presupuestos de 2023 para así «legar» unas cuentas vigentes al equipo de Gobierno que salga de las urnas en mayo, que deberá gestionar «la mitad» del dinero.
El proyecto presupuestario es «bueno cualitativamente y cuantitativamente», se ha felicitado Guturbai, que ha deseado poder llegar a acuerdos en el futuro con los otros grupos de la oposición, EH Bildu y PP.
La teniente de alcalde, la socialista Maider Etxebarria, ha calificado el proyecto de «realista y equilibrado» y cree que ha salido «mejorado con las aportaciones de Elkarrekin» y que «da respuesta a la incertidumbre» generada por la pandemia y la guerra de Ucrania.
Ha destacado que el Gobierno municipal ha sacado adelante los cuatro presupuestos de la legislatura pese a su minoría y ha aplaudido la «valentía» de la coalición morada por llegar a acuerdos cuando quedan pocos meses para las elecciones.
Rocío Vitero (EH Bildu) ha opinado que el presupuesto «no da respuesta a las necesidades de la ciudadanía» y son una «oportunidad perdida», al tiempo que ha puesto en duda la voluntad negociadora de equipo de Gobierno.
«Nos reunimos una vez, les hicimos una propuesta y desde entonces nada», se ha lamentado Vitero, que ha acusado a PNV y PSE de buscar un «acuerdo barato».
La popular Ainhoa Domaica ha asegurado que las cuentas para 2023 «se olvidan de las clases medias» y ha reprochado que son «los presupuestos de siempre, no se ha hecho un esfuerzo por adaptarlos a la situación». «El modelo está agotado y los presupuestos no dan respuesta a las necesidades reales» de los vitorianos, ha añadido.
Tras la aprobación inicial este viernes de los presupuestos municipales se abre un plazo para presentar alegaciones ciudadanas. Si no se registra ninguna las cuentas entrarán en vigor el 4 de febrero.
Aprobados los presupuestos de Álava con el rechazo de toda la oposición
Las Juntas Generales de Álava han aprobado este viernes los presupuestos de la Diputación Foral para 2023, con el apoyo de los dos grupos que apoyan al Gobierno foral, PNV y PSE-EE, y el rechazo unánime de toda la oposición.
Los tres grupos que no respaldan al Ejecutivo provincial, EH Bilu, PP y Elakarrekin Araba, han acusado al Gobierno de Ramiro González de no haber tenido voluntad de acuerdo, al haber aceptado tan solo 15 enmiendas parciales por un valor de 400.000 euros.
Por su parte, desde los grupos nacionalista y socialista han hablado de que esos grupos han planteado cantidades «desorbitadas» y cuestiones ajenas a la propia negociación presupuestaria.
Los presupuestos de la Diputación de Álava para 2023 superan los 650 millones de euros, 75 más que los de este ejercicio, lo que supone un incremento del 13,1 %.
Las cuentas destinan prácticamente uno de cada dos euros, 286,1 millones de euros, a políticas sociales, lo que representa casi 900 euros por habitante.
Durante el debate del pleno de hoy, la portavoz del PNV, Izakun Moyua, ha destacado la «clara vocación social» de los presupuestos, con una apuesta «sin precedentes» para atender a las personas y sus necesidades.
Ha añadido que son unos presupuestos diseñados «con seriedad, realismo y con ambición» y ha acusado a los grupos de la oposición de estar más preocupados por su posición ante las próximas elecciones locales de mayo del año que viene que «por sumar» y acordar.
Moyua se refería a la portavoz de EH Bildu, Eva López de Arroyabe, quien ha defendido que tras esas próximas elecciones habrá otro presupuesto elaborado por otra mayoría, con una reforma de la fiscalidad ya que el «inmovilismo de este gobierno en esta materia es alarmante».
López de Arroyabe ha criticado el, a su juicio, nulo interés negociador del gabinete de González, ya que su grupo planteó enmiendas por valor de 23 millones de euros y solo se le han aceptado 2 que mueven 185.000 euros, el 0,03 % del presupuesto.
Jon Nogales (PSE-EE) ha hablado de unos presupuestos «expansivos y de clara vocación social», del «liderazgo socialista» y que son los que «Álava necesita».
Nogales ha defendido el actual modelo fiscal como «justo, progresivo y que funciona», aunque ha reconocido que existen «márgenes de mejora que garanticen mejor su función redistributiva», y en este sentido ha comprometido su apoyo a implantar en Euskadi el impuesto a las grandes fortunas.
Iñaki Oyarzabal (PP) ha acusado a los grupos que apoyan al Gobierno de «autocomplacencia» y de desplegar políticas que están «dañando profundamente a las clases medias que no llegan a final de mes y que no pueden acceder a las ayudas públicas».
Esto pasa con un «récord de recaudación gracias a que se les está exprimiendo los bolsillos a esas clases medias», y ha acusado a PNV y PSE-EE de «aplicar el rodillo de su mayoría absoluta», ya que del PP solo apoyaron a 1 de las 129 enmiendas presentadas y transaron otras 4.
David Rodríguez, de Elkarrekin Araba, ha sido muy crítico con la deflactación lineal de las tablas del IRPF en un 2 % el próximo año, que supondrá dejar de recaudar 21 millones de euros, una medida que ha definido como «injusta y regresiva».
Rodríguez ha explicado que con esos millones se podría dotar con 8 millones más al Instituto Foral de Bienestar Social, apoyar con otros 3 millones las prestaciones por cuidado de dependientes, luchar contra la pobreza energética con 2 millones y subvencionar la cesta básica para las personas más vulnerables con otros 2 millones.
Aprobados los presupuestos vascos de 2023 con el único apoyo de PNV y PSE-EE
Los presupuestos vascos para 2023 han superado este viernes su último trámite y han sido aprobados por el Parlamento con el apoyo de PNV, PSE-EE y el rechazo del resto de grupos de la oposición, que por distintos motivos los consideran insuficientes para atender las necesidades sociales generadas por las sucesivas crisis.
El último pleno del Parlamento Vasco hasta febrero de 2023 se ha saldado sin novedades y las cuentas de 2023 han contado con el apoyo mayoritario que representan los escaños de los partidos que integran el Gobierno de Iñigo Urkullu.
Esta ha sido la segunda ocasión en esta legislatura en que la oposición en bloque pide la devolución del proyecto. La primera vez fue con los de 2021, mientras que los de 2022 salieron adelante con el apoyo de los dos socios de gobierno y la abstención de EH Bildu.
Con la incorporación de enmiendas por valor de 38,9 euros aceptadas a la oposición finalmente serán 14.289,6 los millones de euros con los que contará el Ejecutivo autonómico el próximo año, unas cuentas que para el consejero de Economía y Hacienda «son buenas para el conjunto de los ciudadanos».
A su llegada al Parlamento Vasco, Azpiazu ha puesto en valor el «esfuerzo importante» que ha hecho el Gobierno Vasco para tratar de buscar apoyos más amplios que no han sido posibles y ha destacado que, a pesar de ello, ha aprobado alegaciones de la oposición en ámbitos como el transporte, la educación y la sanidad.
No comparten esta visión los grupos de la oposición que vieron como sus respectivas enmiendas a la totalidad no prosperaron, tras varias rondas de contactos con el Ejecutivo autonómico sin resultados positivos. Como principal reivindicación fallida se sitúa la reforma fiscal, que debe ser más redistributiva para EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU y a la baja para PP+Cs
Desde el PNV, Alaitz Zabala, ha defendido unas cuentas que destinan tres de cada cuatro euros a políticas sociales y ha cargado contra los partidos que las han rechazado, a los que les ha acusado de hacer una «oposición destructiva desde el confort que les supone estar en una minoría en la que buscan la confrontación continua sin asumir responsabilidades».
La socialista Sonia Pérez ha defendido unos presupuestos que dan «estabilidad política y económica a Euskadi» y ha subrayado la incorporación de enmiendas de los grupos a una ley que «garantiza la sanidad y la educación pública y la protección social».
La parlamentaria de EH Bildu Leire Pinedo ha responsabilizado al Gobierno Vasco de la falta de acuerdo al haber puesto como «líneas rojas» la negativa a abordar cambios en fiscalidad y reformas estructurales. «Son unos presupuestos poco ambiciosos, poco novedosos y conservadores. Nos han presentado más de lo mismo y no han sido capaces de sumar a nadie», ha criticado.
Jon Hernández (Elkarrekin Podemos-IU) ha insistido en que la reforma fiscal es un elemento clave para su grupo en una negociación presupuestaria y ha explicado que el rechazo a estas cuentas se justifica porque están pensados para «mantener una educación privada subvencionada, una sanidad pública sustentada en la temporalidad, y generar precariedad laboral».
Por parte de PP+Cs Luis Gordillo ha dejado claro que el «problema de estos presupuestos» no es «el dinero», sino la fiscalidad y ha lamentado que se haya perdido «una oportunidad importante» para variar esta cuestión, aunque ha insistido en que su oferta de diálogo para emprender cambios tributarios «no varía».
Por último, Amaia Martínez (Vox) ha opinado que el Gobierno Vasco se ha situado «muy lejos de las necesidades de la sociedad» y ha denunciado que las cuentas «son irreales, ficticias y pensadas en claves estrictamente electoral». EFE
Vaya hombre! qué el portavoz morado, Oscar Fernández, ha considerado que Elkarrekin ha dejado «su impronta» en esta legislatura gracias a los sucesivos acuerdos presupuestarios y ha defendido que gracias a sus aportaciones las cuentas de 2023 «están a la altura»??
Osease qué, lo que rechazan para los presupuestos de Euskadi los aprueba para Gasteiz?
Hay qué caer muy bajo para, con su abstención, vanagloriarse por la aprobación de unos miserables presupuestos que para nada dan respuesta a las necesidades de la ciudadanía gasteiztarra.