Una persona ha sido imputada por amenazas a una médica del municipio alavés de Agurain ocurridas el pasado 2 de febrero, han confirmado a EFE fuentes del Departamento vasco de Seguridad.
El sindicato ELA ha denunciado en un comunicado la «agresión» que trabajadoras del centro de salud de Agurain sufrieron ese día.
A la Ertzaintza le consta una denuncia por amenazas a «un facultativo» ese día, un caso del que Seguridad no ha aportado más detalles ya que está «judicializado».
Fuentes de la central sindical han explicado que la primera semana de febrero la familia de una niña se quejó en varias ocasiones de la atención sanitaria que estaba recibiendo y que el día 2 la médica del centro de salud recibió amenazas telefónicas, por las que se encuentra actualmente de baja.
Han señalado que la actual situación de Osakidetza provoca el «enfado de la ciudadanía» y situaciones inaceptables como esta, así como un «desgaste físico y psíquico» de los profesionales.
En un comunicado, ELA ha señalado que la precariedad de las profesionales sanitarias en la zona rural de Álava, donde falta personal y el que hay tiene mucha carga de trabajo «merma la calidad del servicio».
Las largas listas de espera «ocasionaron en este caso manifestaciones de violencia y amenazas contra los equipos profesionales por parte de los usuarios», ha asegurado el sindicato, lo que ha obligado a «clausurar salas de consulta por bajas laborales consecuencia de amenazas verbales».
ELA ha expresado su «repulsa» a estas políticas de «mala gestión» y ha instado a la OSI Araba a que mejore la calidad y el servicio de Osakidetza en la zona rural. EFE
Bueno, a la noticia. No me parece bien que se amenace a nadie, pero viendo lo que pasó la semana pasada en Valencia, con una chica de 14 años muerta al no recibir la atención adecuada, pues no se yo.
Una cosa es que haya listas de espera y tal, pero al que le atiendan que lo hagan bien, no quitárselo de encima con un paracetamol, creo que estamos pagando los aplausos…
O sea que es necesario más personal para atender a los pacientes, pero, a la vez, el personal se da de baja aterrado a causa de las amenazas que recibe de los pacientes a los que no puede atender. Es la pescadilla que se muerde la cola.
Que la atención sanitaria de Osakidetza es deficiente es una evidencia, pero eso no justifica los ataques al personal sanitario como pretende hacer el sindicato.
Las «manifestaciones de violencia y amenazas contra los equipos profesionales por parte de los usuarios» son delitos exclusivamente del usuario que los haya cometido, y perjudican al resto de usuarios que, en este caso se han quedado sin la médica.