El Prao de la Paul, una de las lagunas de Laguardia, ha recuperado su hábitat y ecosistema natural dos años después de ser vaciada para reducir la biomasa de los peces exóticos (principalmente carpa) y controlar las especies invasoras.

El Servicio de Patrimonio Natural de la Diputación de Álava determinó que el secado de la laguna era la medida más adecuada para conseguir este objetivo y dos años después se ha logrado «una gestión hidrológica lo más acorde a la dinámica natural de este tipo de humedales», ha valorado la diputada de Desarrollo Económico y Sostenibilidad, Saray Zárate.

Actualmente las actuaciones de los técnicos forales se centran en «lograr una estructura de la vegetación en el humedal lo más rica, variada e interesante que pueda desarrollarse» y que sea «acorde al contexto geográfico y biogeográfico» del entorno.

Zárate ha considerado «prioritario» actuar en los humedales porque ayudan a mitigar el cambio climático al actuar como sumideros de carbono.

Además, los humedales alaveses son refugio y reserva de la biodiversidad para todo tipo de fauna: invertebrados (125 especies, más 40 de mariposas), anfibios (7 especies), reptiles (6 especies), aves (118), junto a mamíferos y flora singular adaptada a las condiciones de temporalidad y de semi salinidad.

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