Embalse de Ullíbarri-Gamboa en Álava

EFE).- Los 192 niños del entorno de Chernobil que han pasado el verano en familias vascas y navarras vuelven hoy a Ucrania acompañados de tres voluntarios de la asociación que promueve esta acogida con el objetivo de visitar en sus casas a 110 pequeños que quieren incorporarse al programa el próximo año.

Un total de 98 menores han estado en Gipuzkoa, 70 en Bizkaia, 9 en Álava y 15 en Navarra en esta edición en la que, por primera vez, se han fijado los 14 años como edad límite para acogerse a la iniciativa en lugar de los 18, como estaba estipulado desde que la iniciativa inició su andadura en 1996 de la mano de la asociación Chernobil Elkartea.

Los niños de más de 14 años «son considerados casi como adultos en Ucrania por lo que a veces había problemas de adaptación» a partir de esa edad, ha señalado la voluntaria de Chernobil Elkartea Nerea Albisu en la rueda de prensa de despedida de los niños celebrada hoy en el Ayuntamiento de San Sebastián.

Además si llevan a cabo estancias libres de radiación desde los 6 hasta los 14 el beneficio sanitario «está garantizado» y de esta manera se da opción a otros niños que pueden incorporarse, ha explicado.

En el vuelo de vuelta a Ucrania, que saldrá hoy del aeropuerto de Loiu a las 22.15 horas, viajarán también tres voluntarias que conocerán a niños y niñas del entorno de la central nuclear de Chernóbil, escenario en 1986 de la mayor catástrofe atómica de la historia, para poder buscar la familia de acogida que mejor se adapte a sus características.

A partir del miércoles la asociación iniciará su campaña para lograr familias de acogida que estará centrada especialmente en Álava y en Navarra porque considera que son los territorios con mayor potencial de crecimiento.

Sveta, una monitora ucraniana que acompaña a los niños desde hace diez años, ha señalado que estas estancias repercuten positivamente en la salud ya que lo «más peligroso es acumular la radiación» que los habitantes de la zona de Chernobil reciben a través del aire o la comida

«En 40 días pueden limpiarse y fortalecer su sistema inmunológico, además de comer alimentos sanos» ya que en sus pueblos no lo pueden hacer, ha indicado Sveta, que ha remarcado que el Gobierno ucraniano «ha quitado las ayudas» a los afectados por el accidente nuclear.

Ha mostrado su agradecimiento a Euskadi y Navarra, que están «a pesar de estar a más de 3.000 kilómetros de Ucrania se han prestado a ayudar a los pequeños» de Chernobil.

Xabier Etxaniz y Ainara Artaza, que se han estrado este año como familia de acogida con Polina, de 7 años, han asegurado que los primeros quince días se entendían con unas pocas palabras y gestos pero a partir de entonces la niña empezó a hablar euskera «y ahora no hay quien la calle».

«Para la segunda semana ya sabíamos que el año que viene repetiremos la experiencia, también con Polina», ha concluido.EFE



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