ana morales constitucionalista

(EFE).- La portavoz del PP en las Juntas Generales de Álava, Ana Morales, considera que pese al crecimiento de la recaudación fiscal y la opinión del diputado general, Ramiro González (PNV), de que Álava ha iniciado su recuperación económica «las familias no lo están notando en su bolsillo».

En una entrevista concedida a Efe, Morales ha trasladado su «preocupación» por el rumbo que mantiene el PNV en el Gobierno de coalición con el PSE de la Diputación alavesa, formaciones a las que ve «en brazos de EH Bildu» en las decisiones del día a día y de espaldas a pactar con el PP.

Por ello, el balance de los dos años de gobierno de Ramiro González es «negativo y preocupante», lo que a su juicio se traduce en que «se están perdiendo muchas oportunidades». Por ello reivindica al PP como «la única alternativa al PNV» en materias como la fiscalidad.

«Estamos a las puertas de una reforma fiscal a la que el PP quiere aportar mucho, con bajadas de impuestos a las familias y a quienes van a generar empleo», señala Morales, en referencia al reciente anuncio del presidente de los populares alaveses, Iñaki Oyarzábal, de que presentará una propuesta propia que contempla bajar el IRPF y pasar del 28% al 25% el tipo del Impuesto de Sociedades.

El dirección del partido en Álava ha asignado a Morales que lidere la negociación de esta propuesta con el PNV en este territorio -que debería extenderse al resto de diputaciones- y ella advierte a los jeltzales de que «tienen que elegir entre el proyecto de EH Bildu de subida de impuestos o el del PP de bajarlos».

Critica que la subida del Impuesto de Actividades Económicas (IAE) en Vitoria «ha supuesto que muchas empresas no puedan subir sueldos ni hacer contrataciones», y por eso se postula para «revertir esas subidas, y las del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, y que los autónomos tengan más facilidades».

Medidas que Morales ve factibles gracias a que la recaudación está subiendo. «En Álava está creciendo a un ritmo del 12,2 % cuando la previsión era de un 3,6 %. Es un ritmo importante, pero esto hay que trasladarlo a las familias, porque ellas no están notando la recuperación económica en su bolsillo. No les están subiendo el sueldo a ese ritmo», recuerda.

Según los cálculos que baraja su formación, «las familias alavesas pagan más impuestos que las que viven en Madrid, entre 140 y 300 euros al año de más», por lo que los populares quieren cambiar los tramos del IRPF para corregir esta situación.

Aunque esta semana el diputado general ha abogado por llegar a acuerdos con todos los partidos en la materia fiscal, para Morales hay riesgo de que escoja a EH Bildu como apoyo: «Aquí vemos que todos los días siguen pactando con ellos y a mi puerta llaman muy poco. Todo lo llevan atado a los debates, el PNV está cómodo con ellos y acepta todas las imposiciones de EH Bildu».

«El PNV está actuando con responsabilidad en Madrid y en el Parlamento Vasco», apunta en referencia a los acuerdos presupuestarios alcanzados con el PP, «pero aquí, en Álava, siguen encantados con EH Bildu».

Algo que, a su juicio, ha convertido la Diputación alavesa en «la más radical que hemos visto en la época de la democracia, con subvenciones a las asociaciones de presos, dando la espalda a las víctimas del terrorismo» y con «retrasos y paralizaciones de los principales proyectos de obra pública».

«Si aceptan encantados estas cuestiones es muy lógico que no contesten a las propuestas del PP, porque son un proyecto contrapuesto», reprocha Morales antes de afirmar que la coalición con el PSE «es la coartada (del PNV) para blanquear el acuerdo con EH Bildu porque, aunque oficialmente la coalición es con los socialistas, pintan muy poco. No suman y es EH Bildu el que les da las mayorías».

Por ello, proclama que el PP es «la única oposición» y censura la «sumisión» al Gobierno Vasco del PNV de Álava, ya que «no reivindica lo que le corresponde en inversiones y servicios». Critica además que el Gobierno de Ramiro González no haga nada para acelerar la reforma de la Ley de Aportaciones, que según sus cálculos este año supondrá «una pérdida de 286 millones» para el territorio.



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